Miguel Á. Martínez / Tula de Allende. Pese a que el pasado 25 de septiembre, el tianguis municipal de Tula, abrió nuevamente sus puertas al público luego de 19 días de cierre, ante las afectaciones que sufrieron derivadas de la inundación del pasado 6 de septiembre, Patricia Badillo Bárcenas, presidenta del gremio, dijo que, hasta ahora, sus agremiados no han logrado levantar las ventas, ya que en el inmueble no hay clientes.
En entrevista, la lideresa sostuvo que las mercancías que se comercializan en el inmueble no están desplazándose con la misma dinámica que había anterior a la anegación, que, dijo, de por sí ya era baja ante la crisis económica generada por la pandemia de Covid – 19.
Pormenorizó que “en ese entonces, y durante los últimos nueve meses del 2020, las ventas en el edificio público habían decrecido más del 60 por ciento, pero que, después de la sumersión en aguas sanitarias de la segunda semana de septiembre, la comercialización bajó al menos un 30 por ciento más.
Esto, afirmó, ha provocado que las mercancías -sobre todo perecederas- empiecen a quedarse: “pobres de mis agremiados, sobre todo quienes venden frutas y legumbres, casi toda su mercancía se les queda, los demás vemos con tristeza como prácticamente todo lo que llevan se convierte en merma”.
Señaló que el principal factor por el que no hay venta es que la gente en Tula no tiene dinero, derivado de la emergencia de la inundación del centro, que es el motor económico de la demarcación, donde se encontraban diversas fuentes de empleo, que hoy se perdieron, por lo que no puede reactivarse el mercado financiero ni verse avance.
Otro factor expresó es que la gente tiene miedo de comprar en el tianguis, pues piensa que la mercancía está contaminada con aguas negras, pero la realidad es que ya se sanitizó al 100 por ciento, además de que se lava diariamente con los químicos que matan los virus de las aguas negras.