Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- Locatarios del tianguis municipal de Tula descartaron afectaciones mayores en sus ventas a partir de los trabajos de reposición del drenaje sanitario del primer cuadro, que hoy está en ejecución frente a su centro de trabajo.
Señalaron que la mayor parte de comerciantes, sino es que todos, ya tienen su clientela cautiva y que, en realidad, de lo que no se han recuperado es de la pandemia de coronavirus.
Indicaron que los perjuicios reales son para los padres de familia que bajan en las mañanas o por las noches a dejar y recoger a sus hijos, porque ellos no pueden entrar libremente al primer cuadro, reiterando que para ellos la baja en las ventas no es sustancial, dado que quien quiere comprarles baja caminando hasta el centro de abastos.
Vendedores de frutas y legumbres indicaron que la vida en los pasillos, tal y como quedó después de la pandemia de Covid-19, sigue con flujo normal, no así si se compara con las ventas que había antes del coronavirus, en que sí se veían repletos los pasillos aún entre semana, mientras que ahora para ver lleno el tianguis hay que esperar hasta sábado, domingo o días festivos.
El comentario acerca de la disminución que se ha tenido desde la pandemia fue confirmado por un vendedor de pollo, quien aseveró que antes de que se emitieran las restricciones por el coronavirus diariamente vendía entre 100 y 120 aves procesadas, mientras que después de 2020 apenas vende 50 o 60.
El propio mercante sostuvo que el escenario empeoró porque aún inmersos en la crisis sanitaria del coronavirus, se tuvieron que enfrentar a las pérdidas del 100 por ciento que supuso la inundación de septiembre de 2021, la cual, además, tuvieron que sortear sin apoyo de las autoridades.
