Alberto Witvrun.- Lo ocurrido en la colonia Aviación de Actopan la tarde del lunes, era predecible ante la ola de inseguridad y la pésima estrategia del gobierno municipal de la morenista Imelda
Cuéllar Cano, que llevó a la población a establecer medidas particulares para contener a la
delincuencia común que altera la tranquilidad y pone en riesgo permanente integridad y
patrimonio.
Vecinos Vigilantes establecieron medidas para auto protegerse, pero esta actitud se
extendió a barrios, colonias y comunidades actopenses, que lograron detener a más de
media docena de presuntos delincuentes a quienes amarraron, llegaron a golpear y los
entregaron a las autoridades, pero esta vez como se había pronosticado en este espacio el
riesgo de una tragedia crecía.
Cuatro presuntos ladrones fueron capturados, los ánimos se enardecieron y fueron
golpeados por la turba, provocándole la muerte a uno de ellos los otros tres terminaron
recibiendo atención médica luego de ser rescatados por la policía municipal que para
variar llegó tarde y no pudo evitar esta tragedia.
El gobierno de Cuéllar Cano, seguro se “lavara las manos” pero sin duda hay mucha
responsabilidad en estos sucesos porque se generó en todo Actopan la percepción de que
son víctimas de los delincuentes y es claro que existe inacción por parte de las autoridades
que no han resuelto los principales problemas del municipio: desechos sólidos y
seguridad, seguidos de falta de alumbrado público y calles destrozadas.
Aumenta la tensión social, mientras la presidenta municipal ni se inmuta porque asegura
que tiene el respaldo del segundo piso de Plaza Juárez, mientras se tensa más el clima
social tras el linchamiento de estos presuntos delincuentes que provocó la primera
muerte a manos de un grupo de enardecidos vecinos, lo que no tenía que suceder si
hubiera una adecuada estrategia de seguridad. De lo contrario seguiremos diciendo
“Fuenteovejuna señor”.
