Guillermo Bello.- Activistas del colectivo Todos somos Tula advierten que existe temor por parte de los vecinos que viven a la orilla del río homónimo ante una nueva inundación, a la vez que los más de mil comerciantes afectados no han recibido el apoyo prometido.
Edith Guzmán Godínez y María Teresa Melgarejo Pérez informaron sobre el temor de los vecinos que viven en la ribera del río Tula, pues ante las obras de ampliación de este paso de agua saben que en temporada de lluvias, el líquido que pase será mayor en cantidad.
Guzmán Godínez detalló que la inundación sucedida en 2021 dejó consecuencias en diversos ámbitos como en la salud, economía, infraestructura, además el sistema de drenajes del municipio aún se encuentra en malas condiciones debido a la omisión en el actuar del ayuntamiento.
Derivado de la inundación, algunos negocios de los más de mil 800 afectados se fueron a la quiebra, o algunos otros aún se encuentran endeudados, pues optaron por solicitar créditos económicos lo que afectó aún más su economía.
Por su parte, Melgarejo Pérez explicó que la semana anterior se realizó una reunión en la Universidad Tecnológica de Tula – Tepeji (UTTT) donde advirtieron a los residentes de la ribera que no existe alguna garantía de que no suceda una nueva inundación.
Agregó que con la inundación los pobladores desarrollaron enfermedades debido a las condiciones del agua, como infección por virus, neuralgia del trigémino y ganglios inflamados, lo cual es preocupante porque puede derivar en cáncer.
Ante el anuncio del gobierno federal de que se les entregarían 35 mil pesos a los afectados, informaron que únicamente recibieron 10 mil, por lo que habían cuestionado al delegado del Bienestar, Abraham Mendoza Zenteno, sobre los 25 mil restantes, pero nunca recibieron respuesta.
Finalmente, hicieron un llamado al gobierno de Hidalgo para apoyar a la población que a año y medio de que sucedió el desborde del Río Tula, aún están afectados en salud, economía, en patrimonio y, en algunos casos, endeudados.