La empresa Energía de Pachuca SAPI de CV, asentada en el relleno sanitario en el Huixmí, aseguró que fue infundada la suspensión de las operaciones a cargo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath).
El 17 de diciembre, la Semarnath clausuró las instalaciones de la firma por anomalías en la norma ambiental. El 29, informó que la planta quebrantó los sellos, no permitió el paso de personal de la secretaría ni cumplió las disposiciones de seguridad, por lo que abrió la carpeta de investigación 12-2019-17722.
Sin embargo, en un comunicado, Hugo Carrillo Vega, abogado de la compañía, aseguró que la Semarnath realiza actos arbitrarios que calificó como “cacería de brujas”, pues en 2017 la misma dependencia autorizó la viabilidad de la planta, que ofrece suministro de energía con base en el biogás que produce el relleno sanitario.
Aseguró que cuentan con el oficio 133.02.02/0450/2016 de la Semarnat federal, el cual establece que el permiso de la Comisión Reguladora de Energía y el proyecto en desarrollo, establece que la planta no está listada como obra de la industria eléctrica que requiera previamente la autorización en materia de impacto ambiental.
“No hay ningún procedimiento debidamente instaurado e iniciado en nuestra contra, y no existe, ni ha existido en ningún momento una notificación, proceso, acto o tipo de sanción que se haya aprendido en nuestra contra”, señaló.
Por Oliver García