Miguel Á. Martínez. Tula de Allende. Por considerar que el alcalde Manuel Hernández Badillo pretendía ejercer una imposición y un acto de autoritarismo en el reparto de las 18 comisiones del ayuntamiento de Tula, munícipes de oposición que integran las fracciones de Morena, Partido Verde y una mayoría del PRI, la noche del pasado jueves abandonaron de manera abrupta lo que fue la primera sesión de Cabildo de la administración 2020 – 2024. Desde un inicio, la sesión estuvo plagada de desencuentros, pues en ella también se aprobó (por mayoría) la designación de José Alfredo Jiménez Ángeles como oficial mayor de la alcaldía, sin que este personaje haya aclarado el escándalo en que se vio envuelto casi al término de las campañas proselitistas, el 15 de octubre pasado.
Presuntamente, el ahora funcionario vendió las plazas para direcciones de la presidencia municipal en 60 mil pesos o cantidades mayores. Tal sospecha fue echada en cara por las fracciones de oposición del cuerpo colegiado, porque a su decir, la situación, nunca fue aclarada.
Sin embarg, ell punto fue aprobado con 14 votos a favor y 7 en contra. El Ejecutivo local, reprochó a las fracciones de Morena y PVEM que quisieran cobrar venganza por situaciones que son meramente políticas y los invitó a dejar los temas de campaña atrás.
En tanto la oposición, acusó un agandalle de los partidos en el poder (PRD y PAN). El segundo gran desencuentro de la noche ocurrió cuando se autorizó (nuevamente por mayoría) para que el presidente municipal firme convenios y contratos con particulares y entes gubernamentales sin previa autorización de la Asamblea municipal, iniciativa que la oposición consideró, implica entregar un cheque en blanco al mandatario tulense.
Tras la autorización, los regidores de Morena y Verde, e incluso una parcialidad del PRI argumentaron que se había incurrido en un error, puesto que, la anuencia da carta abierta a Hernández Badillo para incurrir en malos manejos. En tanto que el edil pidió un voto de confianza.
En este sentido, el regidor del Verde, Octavio Magaña Soto y el de Morena Ricardo Baptista González, dijeron que la iniciativa debía ser analizada a profundidad, porque ya se tenían las malas experiencias del pasado, tanto del expresidente Jaime Allende González, sobre quien pesan al menos tres denuncias por peculado, negociaciones indebidas y desvío de fondos públicos, y del también exalcalde Gadoth Tapia Benítez, quien se caracterizó por no rendir balances financieros en sus cuatro años de gobierno.
Aun así, la propuesta pasó, puesto que la oposición fue nuevamente mayoriteada, tanto Ricardo Baptista, como Octavio Magaña, indicaron que la historia y la consciencia de cada uno de los regidores que votaron a favor, juzgarían a los asambleístas que aprobaron el “cheque en blanco”.