Alberto Witvrun.- Los recientes atentados en Tula de Allende a un juez penal y en Tulancingo de Bravo a un funcionario de seguridad pública, trajeron a la memoria lo sucedido el 19 de septiembre
de 2007 en la carretera Pachuca – Huasca de Ocampo, cuando un grupo de hombres
armados quitó la vida al secretario de Seguridad Pública de Hidalgo Marcos Manuel
Souverbille González.
Circulaba en su camioneta con el empresario Mario Covarrubias Melo, cuando fueron
interceptados a la altura de la comunidad de Ocotillos, este resultó ileso aún cuando se
contabilizaron una veintena de impactos de grueso calibre sobre la unidad; homicidio que
nunca fue aclarado y metió en severa crisis al gobierno de Miguel Ángel Osorio Chong.
Un día antes en el Parador de San Javier, él llegó a desayunar con Eugenio Imaz Gispert; yo
estaba en otro; nos saludamos y quedamos de tomarnos un café al terminar nuestros
compromisos, porque se había pospuesto una entrevista, así fue conversamos por espacio
de una hora y quedó de confirmar fecha para abordar varios temas.
En la tomada de café, recordó un pasaje con el gobernador Miguel Osorio, cuando este
era subsecretario de Gobierno en la administración de Jesús Murillo Karam, en un
conflicto entre dos comunidades de Yahualica, en la Huasteca, en la que ambos tuvieron
que salir corriendo porque se desató un enfrentamiento, lo inició una fuerte entre ambos.
Recuerdo bien, como definía su compromiso y lo complejo que era mantener la seguridad
pública, en escenarios que empezaban a complicarse en todo el país; era un hombre
honesto, que por su forma de hablar y sobre todo de actuar, no se le podía ubicar en sus
últimos encargos en la administración pública, además pronosticaba que la seguridad en
todo el país se complicaría en la siguiente década.
Ahora en septiembre, 18 años después se registran dos atentados, que por fortuna no
cobraron la vida de los agredidos; en dos zonas estratégicas social, política y
económicamente del estado, sucedidos en medio de una ola delincuencial
particularmente en Tula, que deben esclarecerse y motivo de un análisis serio para
mantener a Hidalgo como una entidad segura.
