Tula de Allende.- El secretario municipal Alejandro Álvarez Cerón reconoció que el tema de los bares clandestinos y las fiestas en domicilios particulares que se han visto durante el confinamiento por la pandemia, se han convertido en dolor de cabeza, la cual no han podido contrarrestar.
El tema salió a colación tras la protesta de propietarios de giros rojos por la disposición de cierre de sus respectivos establecimientos por ordenamiento de los tres órdenes de gobierno como medida preventiva para evitar un mayor número de contagios y muertes a causa de la Covid 19.
Y es que microempresarios, dueños de bares, cantinas, cervecerías, centros botaneros y otros similares denunciaron que a ellos, los locatarios formales no se les permitió expender alcohol durante cuatro meses, mientras que otros nunca cerraron y han trabajado durante toda la contingencia a puerta cerrada, y hasta altas horas de la madrugada,
Exhibieron pruebas de sus dichos y enlistaron el nombre de cuatro establecimientos que estuvieron en ese caso, y agregaron que, incluso hay diversos bares clandestinos que funcionan en domicilios particulares ante la complacencia de las autoridades, a quienes pidieron hacer algo para evitar estas prácticas.
En respuesta a las acusaciones Álvarez Cerón reconoció la problemática y mencionó que se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para el ayuntamiento, que hasta ahora no tiene elementos para resolver. Sin embargo dijo que, la situación sí es atendida por la alcaldía, y que se encuentran en el estudio del tema para hallar la forma de sancionar a quienes infrinjan la ley en este tenor.
Por Miguel Á. Martínez