Miguel Á. Martínez. Tula de Allende. Damnificados por la inundación del centro de Tula y nueve de sus localidades, quienes, a tres meses y una semana de la emergencia, aún están en la calle por la pérdida del patrimonio de toda una vida, criticaron la falta de gestión ante el sector privado del alcalde.
Los quejosos, que prefirieron omitir sus identidades por temor a represalias del edil y de “su gente”, consideraron que el presidente se achicó y por eso no supo cómo responder ante el municipio en ruinas que dejó la sumersión en aguas negras de septiembre.
Opinaron que Manuel Hernández desaprovechó su oportunidad de brillar en la desgracia y sacar la casta por su gente, porque como primer representante de Tula, debió hacer gestión ante las empresas que están asentadas en la Capital Tolteca e incluso en su región, pero, lamentaron -contrario a eso- el señor demostró su falta de capacidad y los dejó morir solos.
“Él tenía que ser el primero que debió de acompañarnos en ese momento, si el gobierno federal no quiso responder por el desastre que causaron, el Ejecutivo de aquí (sic), debió ir a las empresas a conseguir donaciones, las firmas no le iban a negar el apoyo porque en una situación de contingencia de la magnitud de la inundación, si negaban la ayuda hubieran quedado exhibidas”.
Sin embargo, lamentaron que, a casi 100 días de lo ocurrido, al alcalde todavía noeche a andar su cerebro para conseguir mayores recursos para Tula y para las personas que aún están calle… las que no han podido regresar a sus hogares por falta de condiciones para hacerlo.
Finalmente señalaron que, para empezar a tocar puertas el edil tiene en la ciudad a dos exparaestatales (Pemex y CFE) además de las cementeras más importantes del país (Cruz Azul, Cemex y Apaxco).