Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- La Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Tula (CAPyAT), tuvo que ampararse para evitar cortes de energía a los 19 pozos que administra, mediante los cuales suministra agua potable en parte de la demarcación, ante un adeudo histórico de más de 23 millones de pesos.
Hace dos semanas, la dependencia pasó por una severa crisis, que derivó en que por lo menos se efectuaran tres manifestaciones, en la que incluso, una de ellas, derivó en la retención por al menos dos horas del director de la institución, Gabriel Ricaño Tapia.
Comunidades y colonias como Jalpa, San José, centro y Barrio Alto en sus dos secciones pasaron periodos hasta de dos semanas sin contar con el vital líquido en sus hogares, derivado de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE), cortó la energía a cuatro cárcamos dependientes de la CAPyAT ante la supuesta falta de compromiso de parte del organismo y del municipio por pagar la deuda histórica, que era de 25 millones.
La postura de la empresa de clase mundial en un inicio fue de que se le liquidara el pasivo a cambio de la reconexión eléctrica, pero ante la imposibilidad de cubrir el adeudo por parte del municipio, de acuerdo con el alcalde Mario Guzmán Badillo, se tuvo que negociar y se pagaron solamente un millón 950 mil pesos, a cambio de la reinstalación del servicio.
