Alberto Witvrun.-Entre la veintena de cambios que se realizaron a partir de marzo en la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) están los de directores de hospitales, así llegó al Regional de Huejutla la doctora Violeta García López en sustitución de José Manuel Ríos González, que había sorteado las complicaciones que representa la población huasteca con sus usos y costumbres.
El relevo para algunos fue sorpresivo, para otros no tanto por la relación con el ex secretario Marco Antonio Escamilla Acosta; hasta ahí todo se consideraba normal, hasta que al asumir sus funciones la directora aplicó una política represiva con el personal y de puertas cerradas para todo aquel que requiere atención, lo que generado malestar en varias comunidades que amen con tomar las instalaciones.
Personal médico y administrativo la acusa de intolerancia y malos tratos al grado que en lugar de Violeta, le llaman violenta, a ello se suma la queja porque el bono por riesgo se entregó selectivamente e incluso se le negó a personal administrativo que resultó positivo por Covid-19, lo que indican es resultado del mal manejo de los recursos humanos a quien se ha puesto en riesgo innecesario.
El servicio se niega a personas que vienen de comunidades veracruzanas colindantes con Hidalgo, que históricamente acuden a Huejutla por la cercanía, sin importar la gravedad y ha negado pruebas Covid-19 a personal de salud que ha estado en contacto con enfermos contagiados con el virus pandémico, en suma el Hospital Regional de Huejutla está cercano a una crisis.
El malestar del personal médico va en aumento y la desatención puede provocar una reacción negativa de la población, considerando las características de las comunidades de la región, por lo que urgen cambios de actitud, más ahora que la situación en la Huasteca se agrava por el aumento de casos de Covid – 19.