Miguel Á. Martínez. Tula de Allende. El revestimiento y ampliación del río Tula, que plantea la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para evitar que se repitan inundaciones como la del pasado septiembre no garantiza que no se vuelvan a presentar anegaciones como la del noveno mes de 2021, acusaron damnificados de la contingencia.
Mirna Hernández, habitante de la calle 3 Culturas de la colonia 16 de Enero, aseveró que, el encementado del río no servirá para impedir los desbordamientos del cuerpo de aguas residuales, las cuales, posteriormente generaron la anegación.
Como prueba de sus dichos, recordó que, en 2017, cuando la Conagua arribó por primera vez a la demarcación con el objetivo de realizar trabajos en el afluente, los tramos que van de la 3 Culturas hacía río abajo, por su comunidad y La Malinche, sí se revistieron y estos sectores se inundaron de cualquier manera.
La mujer aseguró que en aquella franja de la 16 y La Malinche, no se inundaron por la creciente del río, sino porque el agua negra comenzó a “regresarse” por los drenajes.
Dicha postura ha sido también adoptada por la Gran Asamblea de Damnificados Tula 2021, quienes a través de los representantes que tienen en 70 calles que se inundaron en septiembre pasado, han recabado testimonios de personas que aseguran que el agua salió de coladeras y retretes de baño.
Al respecto, la presidenta de la agrupación, María Berenice Pecina Jiménez sostuvo que el problema es que el drenaje de la ciudad, está a un nivel más bajo que el río, por lo que no considera que el revestimiento sea la solución al tema.
De hecho, en entrevista indicó que este fin de semana, ya los trabajadores de la dependencia federal, emparrillaron el río y ya tienen todo listo para comenzar a encementar, pero que el colectivo que lidera, está pendiente para impedir esas labores para no desecar los mantos acuíferos y no acabar con el ecosistema del río.
A partir del 6 de septiembre y durante toda la segunda y tercera semana de ese mes del año anterior, el centro de Tula y nueve localidades de la demarcación sufrieron una inundación sin precedentes, que afectó a más de 35 mil personas.
Ante ello, la Conagua, generó el Plan Hídrico de Tula que contempla la rectificación, ampliación y revestimiento del principal afluente del municipio, mediante el que se pretende ampliar el volumen de agua que sea capaz de captar el río Tula, cuyo desfogue pasaría de 250 a más de 640 metros cúbicos por segundo.
Un importante sector de la ciudadanía de Tula, principalmente, damnificados de la inundación, aglutinados en La Gran Asamblea de Damnificados Tula 2021, están en contra del revestimiento por considerar que significaría el exterminio del ecosistema del río Tula y por implicar la desecación de los mantos acuíferos de la zona.