Miguel Á. Martínez. Tula de Allende. En contra de la nueva prohibición para la actividad de los comerciantes ambulantes del primer cuadro de Tula, se pronunció el regidor Ricardo Baptista González, quien aseveró que, por la situación económica que vive el municipio, el ayuntamiento no está para perjudicar a nadie en su ingreso.
En entrevista, el edil aseveró que se debe dejar trabajar a todos, porque se viene de dos emergencias que dañaron la economía local: “una fue la de Covid-19 en más de año y medio y la otra fue la que derivó de las inundaciones del pasado septiembre, por lo tanto, no se debe prohibir su actividad a nadie.
Reveló que la restricción hacia los informales se está informando a los comerciantes por medio de un oficio de la dirección de Reglamentos, firmado por el titular de esa área, José Luis Villegas Ortiz, quien se ha pronunciado abiertamente contra el ambulantaje por presiones del comercio establecido.
Aseveró que el directivo argumenta que, con la presencia de los ambulantes se causa conflicto social, por lo que cuestiona por qué un puesto fijo, semifijo o un rancheador habrán de perturbar el orden público, cuando el verdadero problema social es la falta de empleos y daños económicos que arrastra consigo la ciudad de Tula.
En ese sentido llamó a los encargados del comercio del ayuntamiento a ponerse de acuerdo con todos y no contemplar a una sola de las partes, dejando fuera a los informales, puesto que, con ello se actúa de manera sesgada, cuando no se tiene derecho a prohibir a nadie ganarse la vida.
Por último, Baptista González, critica que la notificación restrictiva se quiera justificar la decisión diciendo que se tomó en una asamblea general, pero cuestiona que haya sido general y que no se haya invitado al comercio en general.