Miguel Á. Martínez. Tlaxcoapan. El alcalde Jaime Pérez Suárez exigió “apoyos reales” para su demarcación tras dos años y medio de la explosión del 18 de enero en un ducto de Pemex, en el predio Las Viborillas, que territorialmente le pertenece a su demarcación, pero que se le adjudica a Tlahuelilpan.
En entrevista, el edil reprochó que, a más de 912 días de la deflagración, que dejó un saldo de 137 personas fallecidas, el gobierno federal no les haya apoyado con nada, a pesar de que así lo comprometió públicamente.
Muestra de ello, sostuvo, está la donación de dos predios para habilitarlos como cementerios municipales, uno de ellos para la cabecera y otro para la comunidad de Teletipán, que fue la que más víctimas fatales tuvo por la deflagración, con 38 pérdidas.
«Hasta ahora se ha incumplido con los terrenos para panteones, ni nos los han entregado físicamente ni nos han liberado el recurso para comprarlos, en su defecto».
Este escenario se mantiene, dijo, a pesar de que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró – en sus conferencias mañaneras- una semana después de la explosión, que los espacios ya estaban.
Pérez Suárez añadió que, tras el estallido, se tuvieron que sepultar entre 60 y 65 personas en los panteones de Tlaxcoapan, las cuales fallecieron en la zona cero, lo cual dejó a los camposantos de la localidad sin lugar para nuevas inhumaciones.
El presidente comentó que esta crisis se recrudeció por la alta mortalidad de coronavirus.