Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- Vecinos denunciaron que la refinería Miguel Hidalgo de Pemex lleva más de una semana emitiendo gases contaminantes sin control, sin que las autoridades ambientales ni de salud intervengan para evaluar los impactos que genera en la población.
La polución que, supera lo “habitual” en intensidad y duración, ha provocado preocupación por los efectos en la calidad del aire, la salud pública y el medio ambiente en la zona Metropolitana del Valle de México, que recibe parte de los contaminantes por la dirección del viento.
La alarma crece al conocerse el reciente del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, que indica que en 44 puntos del sur del Valle del Mezquital se han detectado altas concentraciones de compuestos tóxicos como benceno, tolueno y dióxido de azufre, asociados a problemas respiratorios, cáncer y afectaciones neurológicas.
Pese a las denuncias ciudadanas, las autoridades federales y estatales han sido nuevamente omisas, sin emitir reportes sobre los niveles de contaminación ni tomar medidas de mitigación.
“La corrupción en Pemex ha llevado a la chatarrización de las plantas que operan con mantenimiento improvisado y equipos obsoletos, en lugar de invertir en tecnología más limpia”, señalaron vecinos, asegurando que la empresa continúa trabajando “sin control y sin rendir cuentas”.
