Alberto Witvrun.-Un grupo de estudiantes se manifestaron en contra de las medidas de las autoridades de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) de mantener para unas licenciaturas las clases virtuales y de paso exigieron la destitución del presidente del Consejo Estudiantil Universitario del Estado de Hidalgo (CEUEH) José Esteban Rodríguez Dávila y de todos los presidentes estudiantiles de escuelas e institutos.
Electo en septiembre de 2018 de entre cinco aspirantes por 521 delegados en una convención efectuada en Tulancingo, Rodríguez Dávila, fue presidente del consejo estudiantil de la Preparatoria 1, para un periodo que estatutariamente concluyó hace seis meses, no tiene control del alumnado y un amplio sector no se siente representado por este dirigente que recibe ordenes directas del rector Adolfo Pontigo Loyola.
La manifestación en las torres de rectoría fue minimizada al interior e hicieron correr la versión de que era manipulada por una estudiante que simpatiza o milita en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) lo cierto que en la cúpula universitaria se encendieron las luces amarillas, porque puede ser el inicio de un movimiento que ponga en peligro el dominio del Clan de Gerardo Sosa.
El cambio desde adentro es posible si los estudiantes logran generar un movimiento que vaya contra la verticalidad con la que se ha manejado esta institución educativa desde 1982, que pueda sumar a académicos y empleados inconformes con los abusos y excesos de las autoridades universitarias, que utilizan a la institución para sus fines políticos y para enriquecerse.
La comunidad universitaria sabe que el jefe del clan que domina a la UAEH está acusado de utilizar recursos de procedencia ilícita por 58 millones de pesos, desviados de la institución, pero el mayor malestar es la forma en que se otorgan las direcciones y los ascensos, además de que las jubilaciones son condicionadas, lo que ha provocado un malestar generalizado que se callan para evitar la persecución y el despido.
La orden desde la Secretaría General donde despacha Agustín Sosa Castelán, es ir tras los manifestantes para desarticularlos y tratar de fortalecer a Rodríguez Dávila y prolongar su dirigencia como los hicieron con su antecesor Jorge Mayorga, que por ordenes de Gerardo Sosa, permaneció seis años en el cargo, como sea siguen los brotes de inconformidad en la Autónoma de Hidalgo.