Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- Luego de un año y nueve meses, por esfuerzo de trabajadores del Centro de Salud de la cabecera municipal, este se puso nuevamente en servicio tras la inundación de septiembre de 2021, aunque sólo con tres de los ocho consultorios que se tenían previo a la anegación y el módulo de vacunación.
Aún con ello, de acuerdo a usuarios que ocuparon sus servicios en el primer día de reanudación de las actividades, se reinició en precarias condiciones ya que no se cuenta con los instrumentos ni aparatos médicos para brindar una consulta “de altura”.
Sabrina García, habitante de la cabecera municipal, señaló que resulta excelente que aún sin el apoyo real de las autoridades los servicios de salud del centro de la demarcación se vuelvan a habilitar, ya que hacían mucha falta, “porque no había ni quién pusiera un curita o una gasa”.
Sin embargo, la vecina de la calle Manuel Doblado indicó que es triste y vergonzoso que el Gobierno del Estado haya tardado tanto en habilitar nuevamente el sanatorio, dada su importancia, y aseveró que lo que es más triste es que se haya reducido el espacio y la calidad de la atención de los servicios proporcionados; reconoció que no es culpa de los trabajadores del nosocomio, sino que el Gobierno del Estado no ha aportado los recursos suficientes.
Por su cuenta, empleados de la unidad de salud, quienes pidieron no ser identificados por no estar autorizados a brindar declaraciones, explicaron que tienen disponibles tres consultorios y el área de vacunación, pero sólo esta última está operando al 100 por ciento, ya que el resto de infraestructura no cuenta con el equipamiento necesario para brindar atención médica adecuada.