Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- Al menos un 12 por ciento de los locales comerciales del centro de Tula, que existían antes de la pandemia de coronavirus y de la inundación de septiembre de 2021, no pudieron sobrevivir a la crisis económica que representaron ambas emergencias e irremediablemente quebraron.
Así lo aseveró el presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Tula (Canaco), José Antonio Cruz Félix, quien agregó que dichas cifras pudieran ser mayores porque esas solo son de los antiguos negocios que estaban agremiados al organismo empresarial local, pero que no le extrañaría que fueran más.
En números duros, el dirigente señaló que el 12 por ciento representaría al menos 45 negocios, la mayoría de artículos perecederos o alimentos, puesto que estos no podían comprar materias para seguir en operaciones y almacenarlas, como es el caso de los puestos de ropa o artículos electrónicos, que sí pudieron guardar sus cosas.
Indicó que en lo que fueron las restricciones y el cierre de comercios durante año y medio de la pandemia, los negocios de comestibles pudieron subsistir medianamente, pero con la anegación del centro fue el acabose, porque entonces sí, todos los artículos se convirtieron en mermas.
Cruz Félix consideró que los negocios que se encuentran en pie después de la pandemia y la inundación, aún no están “del otro lado”, puesto que las ventas y consecuentes ganancias no son muy altas, o por lo menos las que se quisieran, por lo que apenas les alcanza para sobrevivir o subsistir.
Esto, opinó, es consecuencia de que después de las dos desgracias, y sobre todo de la sumersión de la ciudad en las aguas negras del río Tula durante más de dos semanas, no se recibió el suficiente apoyo gubernamental hacia los comerciantes o la ciudadanía en general.