Actopan.- A menos de 15 días de concluir su administración, el alcalde Héctor Cruz Olguín no pudo resolver el problema de saturación que registra el panteón municipal San Vicente, ubicado en las cercanías de La Glorieta, a un costado de la carretera federal México-Laredo, a pesar de que fue uno de sus principales compromisos desde el inicio de su administración.
Paralelamente, Héctor Cruz no cumplió con su promesa de dar continuidad a las pláticas, frente a representantes del Campus Actopan de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), para que estas accedieran a devolver un terreno, localizado en la comunidad de El Huaxtho, que originalmente había sido donado al municipio para construir un nuevo cementerio.
Cierto es que la donación del predio, a favor del municipio, data desde 1970, por parte de un particular, que puso como única condición el uso exclusivo del terreno como campo mortuorio, mientras que entre los años 2000 y 2003, por determinación de las autoridades municipales de entonces, fue cedido a la UAEH.
De ahí, en los ejercicios 2009-2012 y 2012-2016, fueron emprendidas sendas luchas legales, por parte de las autoridades municipales, buscando derogar la donación a la UAEH, pues se pretendía retomar el proyecto de construcción de un nuevo camposanto, debido a que el de San Vicente ya comenzaba a saturarse, pero no tuvieron éxito.
Ante esa situación, en el 2016, a escasos meses de asumir la alcaldía, Héctor Cruz prometió que retomaría los diálogos con autoridades de la UAEH, para tratar de recuperar el terreno y retomar el proyecto del nuevo panteón, pero que de no lograrlo buscaría otras opciones, para conseguir otro predio, pregonando como opción la comunidad de Dajiedhi.
Sin embargo, en la víspera de la conclusión del denominado Gobierno de la Gente, se olvidaron las pláticas con la UAEH, no se retomó el proyecto en El Dajiedhi y no se pudo resolver la escasez de espacios mortuorios en el panteón de San Vicente, a pesar de que este tipo de servicio público registra mayor demanda por la pandemia en vigor.
Por Arturo G. Alanis