Oliver García.- Las personas aspirantes a una consejería en Morena están impedidas de realizar denostaciones públicas a otros interesados en ocupar un especio, además de que se comprometen a desarrollar su labor “de tiempo completo” y no distribuir propaganda.
“Rechazarán y de ninguna manera practicarán la calumnia pública entre miembros o dirigentes de nuestro partido, pues suele ser inducida o auspiciada por nuestros adversarios con el propósito de debilitarnos o desprestigiarnos”.
Esto lo mencionan las bases, las cuales también prohíben la distribución de propaganda a favor de algún aspirante ni distribuirse ningún documento tendiente a promover o descalificar candidatura, no se permitirá el “voto corporativo”. Serán descartados aquellos que cometan violencia física,
“No participarán ni permitirán ninguno de los vicios de la política neoliberal, el influyentismo, amiguismo, nepotismo, sectarismo, grupismo, clientelismpo, uso de recursos públicos, corrupción y entreguismo”.
Según las bases, para postularse en las asambleas electivas, los aspirantes deberán estar en uso de derechos partidarios y no podrán postularse las personas que hayan sido postuladas por un partido político diverso a Morena en los procesos electorales, sólo aquellos abanderados en candidatura común o coalición que Morena haya encabezado.