Alberto Witvrun.-El Partido de la Revolución Democrática (PRD) vivió los últimos años un desánimo de permanente tras lo que consideran muchos de sus fundadores la traición de Andrés Manuel López Obrador quien fuera su presidente y dos veces su candidato presidencial porque tras de sí se fueron miles, millones de simpatizantes del Sol Azteca, dejándolo en estado de coma.
En Hidalgo históricos dirigentes como Luciano Cornejo Barrera, Pedro Porras Pérez, Ricardo Baptista González, Abraham Mendoza Zenteno, Francisco Patiño Cardona y una interminable lista que se vio beneficiada con cargos directivos y de elección popular se sumaron a la ola lópezobradorista, acusando el apoderamiento del partido por la tribu de José Guadarrama Márquez.
Personajes como el candidato a presidente municipal Isidro Pedraza Chávez, quien se encuentra convaleciente de Covid-19 y que ha sido diputado local y federal así como Senador de la República, decidieron mantenerse leales en las filas del PRD, aunque no ha sido el único ven hoy en Hidalgo una recompensa a su lealtad al convertirse en la segunda fuerza electoral en este proceso municipal.
Otro ejemplo es Héctor Chávez Ruiz, su actual presidente joven político que decidió quedarse en el PRD y no seguir a sus tutores en este partido, así el enfermo, casi agonizante Sol Azteca, quedó bajos sus cuidados en estos últimos difíciles años y, cuando pocos lo esperaban sus candidatos lograron 10 triunfos siete en solitario y tres mediante la alianza con Acción Nacional (PAN).
Sin reflectores ni los apoyos que tuvieron en su momento sus antecesores con trabajo político serio, con estrategia y con base en las lealtades incondicionales, el PRD en Hidalgo a pesar de perder sus bastiones Metztitlán y Huazalingo, esta como el Ave Fénix, y sin echar campanas al vuelo, sostiene el equipo que son las bases para elevar su competitividad y seguir recuperando la confianza ciudadana para las futuras elecciones.