No existe voluntad política para frenar la violencia doméstica que presenta un alarmante crecimiento a partir del confinamiento por la emergencia sanitaria, acusó la agrupación feminista Marea Verde.
Las académicas Elsa Ángeles, Josefina Hernández y Leyla Chávez expusieron las consecuencias generadas por el virus SARS-CoV-2, que causó dos pandemias: una relacionada con los contagios de la enfermedad y por otra, la violencia de género contra niñas y mujeres. Estas crisis sociales, a su parecer, no son atendidas con las estrategias certeras para su erradicación por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
«La minimización de estos hechos en plena pandemia por parte del presidente es grave porque él tiene la obligación de sentar las bases para que la política en ese sentido pueda operar», señalaron.
Dichas políticas públicas, refirieron, no llegan a los centros de justicia para mujeres violentadas, por lo que está falta de voluntad permea en la escasez de cambios estructurales para la atención inmediata de las víctimas.
Sumado a la violencia física, denunciaron agresiones de tipo laboral, emocional y político electoral. Esta última podría no percibirse con claridad dado a que en años recientes aumentó la participación de la mujer «por una ley paritaria creada no por reconocimiento sino por conveniencia política», sostuvieron.
Estas consecuencias fueron publicadas antes por la Organización de Estados Americanos (OEA) en el diagnóstico de «La Violencia Contra las Mujeres Frente a las Medidas Dirigidas a Disminuir el Contagio Covid-19». El documento conjuntó miles de denuncias difundidas en los medios de comunicación y alertas de organismos públicos y privados sobre el incremento de violencia contra las mujeres durante la pandemia.
Por Eunice L. Rodríguez