Actopan.- Entre oposiciones de algunos comerciantes, será temporalmente suspendido el tradicional tianguis de los miércoles, a partir del día 22, como consecuencia de la emergencia sanitaria en vigor, causada por la pandemia del Coronavirus Covid-19, de la que se temen contagios masivos.
Y es que aquella disposición -para algunos imposición-, de parte del presidente municipal, Héctor Cruz Olguín, provocó inconformidades entre algunos tianguistas, agremiados a la Unión Fraternidad, que se pronunciaron a favor de preservar la salud ciudadana, pero rechazaron supuestos favoritismos del mismo alcalde.
En ese contexto, algunos reclamaron que no es equitativo que el alcalde siga permitiendo la operación de los centros comerciales establecidos en la cabecera municipal, a los que hasta la fecha no han aplicado las mismas restricciones y por tanto consideraron que «gozan de privilegios».
«Tratamos de comprender que lo primordial es proteger a los actopences, pero, ante la suspensión del tianguis, cuál es el apoyo que nosotros los afectados recibiremos, pues el tianguis es para muchos nuestra única fuente de ingresos para mantener a nuestras familias», cuestionó uno de los afectados.
Otros reclamaron que, durante la semana pasada, en el mismo tianguis, sólo se permitió la instalación de comerciantes originarios de Actopan, con lo cual se vio desplazada y afectada la gran mayoría de vendedores foráneos, razón que los orilló a demandar mayor organización y trato equitativo de parte de la alcaldía.
Por tanto, algunos recomendaron que se redujeran a un 50 por ciento las dimensiones de cada puesto, y según así, se había acordado, para evitar aglomeraciones este miércoles 22, pero, de última hora, presumiblemente sin el consenso de la mayoría de vendedores, el «Gobierno de la Gente» impuso la determinación de no instalar el tianguis.
La situación fue ventilada en redes sociales, en las que además algunas voces sugirieron organizarse, para encontrar otros lugares donde puedan trabajar o de plano instalarse «a la fuerza», en el lugar de costumbre, observando las medidas sanitarias, así como para exigir «piso parejo» frente a las tiendas grandes.
Por Arturo G. Alanis