Miguel Á. Martínez. Tula de Allende. Luego del desbordamiento del río Tula, ocurrido la noche pasado 6 de septiembre, así como en la madrugada del día siguiente y la posterior inundación del centro de la ciudad y 9 localidades más de esta demarcación, ambientalistas con presencia en la Ciudad de los Atlantes y su región contrastaron posturas con integrantes del ayuntamiento, en torno al origen de las anegaciones.
René Romero Rivera, expresidente de la Red de Consciencia Ambiental Queremos Vivir, sostuvo que la inundación fue “calculada y permitida por las autoridades”, tal y como señaló también Dean Chahim, ingeniero civil y doctor en antropología de origen estadounidense.
El activista señaló que fue una inundación orquestada por los dueños del poder político y económico del Valle de México, quienes pretenden, a toda costa, realizar el proyecto de revestimiento del río Tula, para que el TEO siga en operaciones y así poder terminar de desecar los mantos acuíferos del Valle de México.
Por su cuenta, el regidor de Tula por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Ricardo Baptista González, sostuvo a nombre del ayuntamiento de Tula, que la declaración del experto de la Unión Americana “es un poco equivocada y que dice verdades a medias”, porque si bien es cierto que la infraestructura hidráulica del Valle de México está rebasada por un crecimiento demográfico descontrolado, no es creíble que por decisión de alguien se haya decidido inundar Tula.
En opinión del también expresidente de la Junta de Gobierno del congreso estatal, el desbordamiento del río Tula y la posterior anegación del primer cuadro y nueve colonias más, fue consecuencia de la falta de una política pública integral en materia hidráulica, además de que la proyección y construcción del Túnel Emisor Central (TEO), inaugurado el 23 de diciembre de 2019, fue fallida.