Tepeji del Río.- El director de Ecología municipal, Josué Gilberto Hernández, reveló que aún hay renuencia de algún sector comercial del municipio, a acatar las disposiciones de la ley que prohíbe el uso de las bolsas de plástico y los popotes en el estado como estrategia para disminuir la contaminación ambiental.
El funcionario señaló que en general existe buena aceptación a asumir la nueva normatividad, pero que de cualquier manera antecede cierta rebeldía a acatar las disposiciones, “no se quiere dejar la comodidad que ofrecen los plásticos aunque son altamente contaminantes del ambiente”.
El ordenamiento que será de observancia obligatoria a partir de junio próximo está contemplado en el artículo 44 de la Ley de Prevención y Gestión Integral de Residuos del Estado de Hidalgo y entró en vigor el pasado 15 de abril.
La nueva legislación dicta que se prohíbe que los establecimientos comerciales como supermercados, tianguis, tiendas convencionales y en general comercios, expendan alimentos o usen bolsas de plástico y / o popotes al consumidor final, debido a que son productos de un solo uso y que tardan años en biodegradarse, afectando severamente al planeta.
Gilberto Hernández detalló que la violación a la normatividad puede alcanzar multas que van de los 150 a los mil días de salario mínimo, asimismo el servidor público amplió que actualmente trabajan en coordinación con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales del estado (Semarnath) para realizar una campaña de información suficiente y eficaz, para que el nuevo reglamento logre permear entre la ciudadanía para hacer consciencia de que el plástico en general es nocivo para el medio ambiente.
Advirtió que la ley se ampliará a prohibir el uso de unicel, como recipientes para transportar alimentos, además de envolturas de plástico, cucharas, tenedores y cuchillos del mismo material.
Desde el inicio del programa en enero pasado, 12 mil jóvenes hidalguenses son beneficiarios de este plan de ayuda que los vincula como aprendices a una empresa a cambio de una beca de 3 mil 600 pesos durante un año.
Por Miguel Á. Martínez