Santiago de Anaya.- Habitantes de la comunidad de El Palmar exigieron que se frenen los altos cobros por el servicio de agua, en que ha incurrido el comité administrador del sistema de distribución del mismo poblado, razón por la cual se manifestaron a modo de protesta, para solicitar la intervención del ayuntamiento, durante la mañana de este viernes, afuera de la presidencia municipal.
Mientras esperaban atención de una comisión de regidores, que los había citado desde las 9 de la mañana, los inconformes se quejaron de que algunos de sus vecinos son obligados a pagar cuotas mensuales de hasta mil 400 pesos, para poder acceder a dicho servicio básico, esto, por imposición de los integrantes del Comité de Agua Potable de la misma comunidad.
Portando cartulinas con la leyenda «Queremos justicia», recontaron que durante todo el 2019, hasta enero del presente año, todos pagaban una tarifa mensual de 120 pesos, por cada vivienda, con lo cual bien alcanzaba a la comunidad para poder administrar el sistema de agua potable, incluido el costo de la energía eléctrica que sirve para el funcionamiento de las bombas.
Sin embargo, señalaron que el Comité de Agua Potable elaboró un reglamento interno, a principios de febrero, sin la aprobación de la asamblea general comunitaria, razón por la cual a partir de ese mismo mes se impusieron descomunales e inequitativas tarifas, que oscilan entre 600, mil 200 y mil 400 pesos.
De paso, acusaron que algunos regidores, desde hace tres meses, no han cumplido su compromiso de mediar en el asunto, para que el Comité de Agua de El Palmar ya no siga afectando la economía de los vecinos. Inclusive acusaron que en las viviendas de los adultos mayores pretenden instalar medidores, lo cual contraviene acuerdos de la comunidad.
Por otro lado, reportes indican que aquel Comité de Agua emprendió un proyecto para instalar medidores en la totalidad de las viviendas de la comunidad, con un avance del 95 por ciento, con la finalidad de que los habitantes paguen lo que consuman, además de que el uso racional del vital líquido disminuye el empleo y costo de la energía eléctrica.
Por Arturo G. Alanis