Jocelyn Andrade.- El terreno donde se construyó Plaza Explanada era una zona baja de recarga hídrica, recordó el director de la Comisión Estatal del Agua y Alcantarillado (CEAA), al señalar que antes del desarrollo comercial el agua se estancaba de forma natural sin causar mayores afectaciones.
Sin embargo, tras la urbanización, con la colocación de concreto y el aumento en el nivel del suelo, el comportamiento del agua cambió por completo.
De acuerdo con el funcionario, la infraestructura que los desarrolladores instalaron resultó insuficiente, pues a pesar de incorporar una tubería pluvial de 1.5 metros de diámetro, el volumen de agua que baja desde la zona poniente de la ciudad rebasa por mucho la capacidad del sistema, en especial durante lluvias intensas como la registrada recientemente, que alcanzó los 26 milímetros.
Indicó que la CEAA realizó una intervención pública para mitigar los daños con una primera etapa de obras, que implicó una inversión de 73 millones de pesos.
Estas acciones incluyen la habilitación de un drenaje profundo, canales de concreto y la apertura de rutas de desalojo obstruidas por otras instalaciones subterráneas, y en este proceso se localizó un tubo completamente bloqueado, lo que obligó a realizar un desvío técnico.
Actualmente, informó que se desarrolla una segunda fase que contempla un canal abierto de seis metros de ancho y una inversión de 68.5 millones de pesos, mientras que las autoridades vieron imágenes de basura y tierra acumulada, lo que agrava la obstrucción de la red.
En presencia del gobernador Julio Menchaca Salazar, el director de la CEAA pidió a la ciudadanía y a los constructores asumir responsabilidad ante las consecuencias: “esto sí se puede evitar”, concluyó.