Miguel Á. Martínez. Tula de Allende. La licencia del regidor Ricardo Baptista González -a quien también falta un año como diputado local por el distrito de Tula en la LXIV legislatura- debe transparentarse lo más que se pueda, además de que debe considerarse como una decisión personal, señaló Octavio Magaña Soto, integrante de la fracción del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), en el ayuntamiento tulense.
El también exsecretario municipal dijo que los únicos que deben juzgar o no el asunto, son los ciudadanos, quienes al final siempre tendrá y tiene la mejor opinión, así que pidió no condenar el actuar de Ricardo Baptista.
Aún así, en entrevista, el excandidato a la alcaldía, admitió que fue uno de los que apoyó la propuesta de enviar la cuestión a comisiones, junto con la totalidad de la fracción del PRD – PAN, pues consideró que es una discusión que se debe llevar hasta las últimas consecuencias para no generar suspicacias.
El pasado lunes, en el marco de la segunda sesión ordinaria, Ricardo Baptista, solicitó licencia al cargo de regidor que ostenta actualmente, con el objetivo de volver a la curul que ocupa en la máxima tribuna del estado, lo que sectores mayoritarios de tulenses reprocharon al también expresidente municipal por considerar que es un “chapulín”.
Cabe señalar que, si bien la petición no fue negada, el tema se envió a comisiones para su “correcto análisis”, lo que fue considerado por Baptista, como una venganza política del alcalde Manuel Hernández, dicho que fue secundado por la regidora Lilia Ibáñez, quien dijo que, si se tratara de cualquier otro regidor, entonces la licencia se habría otorgado sin problemas.
Finalmente, Magaña Soto, descartó que el asunto se pretenda politizar, pero aceptó que el punto fue votado por una mayoría del PRD – PAN, y reiteró que, por ello, el asunto debe estudiarse a fondo en comisiones, a fin de eliminar sospechas de cualquier índole.