Ixmiquilpan.- Habitantes del barrio de El Fitzhi demandan intervención urgente del gobierno del estado, para atender conflicto de intolerancia religiosa, presumiblemente causado por el pastor evangélico, de origen centroamericano, Melquisedec Hidalgo, quien es titular del templo Hosanna, ubicado en esa zona ixmiquilpense.
Son varias las quejas ciudadanas que pesan sobre Melquisedec Hidalgo, pero las que desataron el enojo de nutrido grupo de ixmiquilpenses, la mayoría feligreses católicos, fueron las ofensas y denostaciones que vertió aquel pastor, vía redes sociales, en contra de los festejos conmemorativos del 250 Aniversario de la llegada del Señor de Jalpan a este municipio.
A esa irreverente actitud se suman los estridentes cultos celebrados por aquel pastor, provenido hace más de un lustro desde la República de El Salvador, quien además es señalado de aglutinar a decenas de fieles sin las más mínimas medidas sanitarias, ante la pandemia actual, provocando con todo ello gran malestar entre los vecinos de varias calles de El Fitzhi.
La situación fue expuesta por un grupo vecinal, durante reunión celebrada en la delegación municipal del barrio mencionado, con la presencia del director general de Gobernación de la Región Ixmiquilpan, Eduardo Alcázar Conde, así como uno de los integrantes de la Comisión de Gobernación de la Asamblea Municipal, regidor Roberto Chávez Hernández.
Los inconformes dejaron en claro que definitivamente no están en contra de la comunidad evangélica ni de ningún otro culto o creencia religiosa sino “de todos los abusos, groserías e irresponsabilidades de Melquisedec Hidalgo”, por lo cual pidieron que la oficina de Asuntos Religiosos del Estado “tome cartas en el asunto antes de que se agrave el conflicto”.
En octubre del 2016, situación similar ocurrió en el barrio El Carmen, cuyos habitantes acusaron a Melquisedec Hidalgo de invadir un predio privado, donde habilitó ilegalmente el templo Hosanna y en el que también celebraba rituales sumamente ruidosos; así que pidieron la intervención del alcalde, Pascual Charrez Pedraza, logrando clausurar ese espacio.
Por Arturo G. Alanis