Miguel Á. Martínez / Tula de Allende. No sólo los funcionarios federales tienen responsabilidad por los daños sufridos tras la inundación del pasado 6 y 7 de septiembre en Tula, los servidores públicos del municipio también actuaron con negligencia y tienen que tener un castigo opinaron damnificados de la inundación en Tula.
Cabe señalar que, en días pasados, la senadora de la República, Xóchitl Gálvez Ruiz, había informado que presentó una denuncia contra cuatro funcionarios federales y estatales, a consecuencia de los fallecimientos que se tuvieron en el hospital de zona 5 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), durante las inundaciones del pasado 6 y 7 de septiembre.
De acuerdo a la legisladora, los hechos posiblemente constitutivos de delitos se iniciaron contra Germán Arturo Martínez Santoyo, titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua); Rafael Bernardo Carmona Paredes, coordinador del Sistema de Agua de la Ciudad de México (SACMEX); Jorge Joaquín González Bezares, vocal ejecutivo de la Comisión de Agua del Estado de México y Laura Vázquez Alzúa, de la Coordinación general de Protección Civil nacional.
A pesar de que las denuncia solamente contempla autoridades de niveles superiores, para los habitantes del fraccionamiento Rancho Chapultepec, la responsabilidad por los menoscabos sufridos durante la inundación también recaen en autoridades locales. Señalaron al director de Protección Civil, Ignacio Rojas Martínez y al alcalde Manuel Hernández Badillo como corresponsables de “la desgracia”.
Rodolfo Hidalgo Trejo, residente de la calle Francisco Márquez, el titular del área de emergencias, actúo de forma negligente, ya que, aunque, en las primeras horas del día de la inundación, visitó el desarrollo urbano, en ningún momento les avisó acerca de que se iban a anegar: “el funcionario dijo que no nos quería espantar, siendo que él ya sabía que nos íbamos a sumergir en las aguas negras”.
Sostuvo que era mejor que Ignacio Rojas los hubiera alertado, aunque se hubiera generado pánico entre la población, a que la emergencia los agarrara de sorpresa, cuando ya no pudieron rescatar nada de su patrimonio.
El vecino, también extendió la responsabilidad sobre el Ejecutivo tulense, quien desde días antes sabía que se venía una crecida muy grande del río, y, sin embargo, no dijo nada, por lo que dijo que el edil y sus funcionarios deben de tener algún castigo.
La postura sobre el actuar negligente de Rojas Martínez también fue compartida por una habitante de la calle Juan de la Barrera, quien señaló que el director fue rebasado por la emergencia y sostuvo que debe de asumir las consecuencias de su malactuar.