Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- Al menos 30 comercios que se encuentran ubicados en el último tramo de la carretera Zaragoza – Tula sufren severas mermas económicas de un 100 por ciento, a raíz del cierre de la vía en dicho lapso, donde las Secretarías de Obras e Infraestructura estatales determinaron iniciar la reconstrucción de la arteria estatal.
Locatarios de la zona, quienes prefirieron mantenerse anónimos por temor a represalias gubernamentales, criticaron el retraso de los trabaos que, dicen, están acabando con los pocos ahorros que tenían previo al cierre carretero.
Condenaron que las autoridades no les permitan abrir para nada los establecimientos, aún y cuando saben que familias enteras dependen de ese ingreso.
Más aún, dijeron que en este momento los negocios que venden alimentos, que son la mayoría, ya sufrieron pérdidas de al menos 10 mil pesos porque al comienzo de la obra no les avisaron, y ya habían comprado sus insumos, que se les echaron a perder.
Por otra parte, cuestionaron el retraso en los tiempos de los trabajos, dado que cuando iniciaron las labores se les comentó que tardarían un máximo de cuatro días en el tramo donde se asientan los establecimientos, pero que hoy en día, a tres semanas del banderazo de arranque, apenas han avanzado unos 500 metros de reencarpetamiento, lo que incumple totalmente con la calendarización estipulada.
Finalmente se refirieron a la mala calidad de las labores en el sentido de que anteriormente se tenía una carpeta de al menos 15 centímetros de grosor, mientras que la que sustituyeron no mide más de 5 centímetros, pese a que el gobierno del estado la está cobrando en más de 29 millones 840 mil pesos.