Ángel Bautista. San Felipe Orizatlán.- En un paso significativo para la preservación de su identidad, el municipio declaró el saber panadero artesanal como bien cultural inmaterial. La decisión unánime del ayuntamiento, fue en la trigésima cuarta sesión extraordinaria de cabildo, que coordinó el alcalde Carlos César Pérez Escamilla.
Esta medida protege y promueve una tradición transmitida por generaciones, con un enfoque especial en el papel de las mujeres.
La declaración incluye varias iniciativas clave para asegurar su continuidad: Se establece el 28 de noviembre como el Día de la Panadera Tradicional. Se organizarán ceremonias anuales para homenajear a las guardianas de este oficio; se fomentará el intercambio de técnicas entre generaciones para asegurar que el conocimiento no se pierda; se realizarán ferias comunitarias para exhibir y vender el pan tradicional, impulsando la economía local.
El acuerdo reconoce de manera explícita el rol de las mujeres como guardianas de recetas centenarias y técnicas de horneado en leña. Su trabajo no solo es un pilar cultural, sino también un motor económico y social en la región.
Según el presidente municipal, “este tributo es un reconocimiento a las manos de esas mujeres que, con su labor, han alimentado no solo a nuestras familias, sino también a nuestra cultura y nuestra identidad como orizatlenses”.