El arranque fue amargo, pero en el vestidor del Pachuca no hay espacio para lamentos prolongados. Tras caer ante el Salzburgo en su presentación en el Mundial de Clubes, los Tuzos han optado por mirar al frente y enfocarse en su siguiente reto: el Real Madrid, un gigante al que no temen, al menos en palabras del joven Alexéi Domínguez.
«No esperábamos comenzar así, pero esto no se acaba. Tenemos otra oportunidad y no la vamos a dejar pasar», expresó el mediocampista juvenil, quien debutó en el torneo internacional con una derrota que dejó más preguntas que respuestas.
Domínguez reconoció la jerarquía del rival en turno, pero también la ilusión que genera enfrentarlos: “Compartir la cancha con jugadores de ese nivel es increíble, pero la meta es clara: queremos ganarles”.
La derrota inicial, reconoció el canterano, se gestó por la falta de contundencia ofensiva, un aspecto que el plantel ya trabaja para corregir. «Tuvimos posibilidades, pero no las concretamos. Contra un equipo como el Madrid eso no puede pasar», advirtió.
Sobre la tormenta eléctrica que interrumpió el duelo ante el Salzburgo, Domínguez se mostró maduro: «Fue complicado, sí, pero afecta a ambos. No es excusa».
Con la moral sacudida, Pachuca sabe que el reto que viene es titánico. Pero también entiende que, en el fútbol, los gigantes también caen. Y esa es la motivación más poderosa.