Alberto Witvrun.-Mauricio Delmar Saavedra, no se cansa de asegurar que en el territorio hidalguense no operan grupos de la delincuencia organizada, pero los últimos acontecimientos desmienten esta versión, más ahora que un grupo armado montó un efectivo operativo para rescatar del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Tula al jefe del grupo autodenominado Pueblo Unidos y a otros nueve internos.
Pero no es el único acontecimiento que llama la atención sobre presencia de esta clase de grupos en la entidad en Ixmiquilpan el 12 de octubre, fue detenido un grupo de 10 personas que armados pretendieron rescatar a una pareja que se había accidentado y en el vehículo en que viajaban la policía municipal localizaron armas de fuego y cartuchos útiles y, hasta el momento se desconoce si pertenecen a un grupo delincuencial.
En este caso se menciona entre los seis hombres y cuatro mujeres detenidos a la persona que emprendió una campaña de desprestigio en contra del ex candidato a presidente municipal de Ixmiquilpan Edmundo Ramírez Martínez y a otra persona que se dijo reportero e integrante de una organización política con presencia en el Valle del Mezquital, pero el tema no se mencionó más.
Ahora el operativo criminal que utilizó de acuerdo a los primeros reportes “tanquetas” hechizas para perpetrar el asalto y rescatar a su jefe, confirman la operación de este nivel delincuencial, lo que obliga a una nueva versión de las autoridades de seguridad pública y de adoptar medidas para contrarrestar su actividad y que esta no provoque daños colaterales en la población. Minimizar el asalto al Cereso de Tula, no ayuda en nada a la tranquilidad de la población de esa región que viene de ser azotada por las inundaciones y, ahora se encuentran con una acción de esta naturaleza que genera miedo e incertidumbre entre sus habitantes, aunque las autoridades sostengan que la seguridad de los tulenses, está aseghurada.