Miguel Á. Martínez. Tlahuelilpan. A menos de un mes de que se cumplan dos años de la explosión del ducto de Pemex en la comunidad de San Primitivo y, a uno de que los gobiernos federal y del estado comprometieran la construcción del memorial para recordar a los 137 fallecidos que dejó la deflagración del 18 de enero de 2019, la obra sigue sin iniciar por falta de certeza jurídica de la zona cero reconoció Abraham Mendoza Zenteno, delegado de programas del gobierno de la República en la entidad.
Cabe mencionar que, con todo y que han pasado más de 23 meses de la emergencia, derivada de la crisis por la falta de gasolinas ocasionada por la estrategia del gobierno federal para combatir el huachicoleo, delito federal que en aquel entonces era el más socorrido en la región suroccidente de la entidad, aún no se tienen avances en el proyecto.
En un reciente recorrido de este medio, la también denominada zona cero, luce abandonada desértica y sumamente descuidada, con la maleza crecida y el área por demás vandalizada.
La bandera de México que ondeaba en el sitio fue arrancada desde la base, una de las dos mamparas que el gobierno federal colocó con el nombre de las víctimas, desapareció del sitio al igual que la primera piedra del memorial, colocada en el marco del primer aniversario de “la tragedia”.
Asimismo, cabe hacer mención de que apenas se conservan unas cuantas de las 137 cruces colocadas por familiares, amigos o conocidos de los fallecidos en la explosión.
Tampoco hay flores frescas en ninguna de las 14 capillas improvisadas que los seres queridos de los muertos construyeron en el lugar.
Lo anterior es evidencia de que el lugar no recibe visitas habituales. A consideración del exalcalde Juan Pedro Cruz Frías, lo anterior, posiblemente es motivado porque el pueblo de Tlahuelilpan intenta dejar en el olvido aquel negro episodio, que siempre quedará grabado en el imaginario colectivo como el episodio más doloroso del municipio y del propio Hidalgo.
Consultados al respecto, los deudos de aquel viernes negro, reclamaron la falta de cumplimiento de la palabra de los dos órdenes de gobierno superiores en torno a la construcción de un lugar para ir a recordar a sus seres queridos que perecieron en el lugar.