Alberto Witvrun.- No se cumplen dos meses del cambio de gobierno y ya hay quienes dan muestras de no
creerle al gobernador Julio Menchaca Salazar quien advirtió al dar a conocer su gabinete
“que no habría segundas oportunidades” y en este breve periodo que se sientan bases
para darle forma institucional al Plan Estatal de Desarrollo ha reiterado la obligación de
cumplir compromisos y expectativas de en la constitución de un nuevo régimen.
La primera en cometer un desliz fue la secretaria de Desarrollo Social que obedeciendo a
su temperamento subió a redes sociales cuales eran sus compromisos, lo que se entendió
como invasión de atribuciones del secretario de Gobierno Guillermo Olivares Reyna que es
el responsable de la política interior que, sin tantos reflectores está cumpliendo con su
cometido.
La reacción fue inmediata y Sandra Simey Olvera Bautista tuvo que bajar el mensaje de sus
redes sociales, de las que gusta mucho, lo que mostró como diputada federal produciendo
vídeos que subió a Instagram e incluso en Tiktok, mientras presiona a personal que incluso
está cerca de la jubilación para que renuncien a su cargo sin importar el nivel o que se
afecte la operación de la dependencia.
En la Secretaría de Turismo las cosas no andan mejor, en el reciente viaje a Oaxaca donde
Hidalgo recibió la estafeta para la V Edición del Tianguis de Pueblos Mágicos, la secretaria
Elizabeth Quintanar Gómez es cuestionada por llevar un familiar a este viaje; se espera
que haya sido con recursos propios, lo que no se ha aclarado mientras la estrategia en
esta dependencia ha sido bajar de nivel al personal operativo con experiencia.
No sólo, en Turismo, también se cuestiona la llamada “sustitución de escuelas”, porque
quienes laboraban ahí provenientes del plantel educativo propiedad del ex secretario de
Turismo Eduardo Baños Gómez están siendo sustituidos por los del Centro Universitario
de Estudios Superiores de Gastronomía y Turismo propiedad de Carlos Llaca, director
general de Capacitación, Certificación y Asistencia Técnica, que por cierto también viajó a
Oaxaca.
Y si bien el mandatario tiene un estilo de conducirse cordial y decente, no por eso deja de
ser enérgico y contundente en las decisiones que toma y los yerros iniciales en estas
dependencias deben corregirse, lo mismo que las actitudes, porque el bono democrático
que otorgó el voto ciudadano en las urnas no puede dilapidarse, el gobernador Julio
Menchaca, lo sabe y su ultimátum está vigente, quien se equivoque y no cumpla se va a ir.
