Alberto Witvrun.-En 1994 acepté la invitación del gobernador Jesús Murillo Karam para ocupar la Dirección de Noticieros de Radio y Televisión de Hidalgo, cargo que desempeñé hasta 1998, cuando se avecinaba la renovación de los poder Legislativo y Ejecutivo, el compromiso profesional acordado había concluido, durante este periodo hubo respeto al trabajo profesional del equipo conformado por jóvenes reporteros y reporteras.
También independencia de criterio a una política editorial plural, veraz y profesional, de lo que puede dar cuenta el gobernador Omar Fayad Meneses en ese tiempo secretario de Educación y Procurador General de Justicia, sin duda una buena experiencia, donde conté con el apoyo y respeto del director general Alejandro Wong López.
Recordar este pasaje profesional, que me permitió regresar al Canal 3, del que había sido jefe de información en 1982 bajo la dirección de Víctor Pérez Cáceres y luego de Jesús Gaona López, y del que salí en 1986 por no someterme al secretario de Gobierno José Guadarrama Márquez, era necesario para realizar una precisión a aquellos que me quieren ubicar como militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al que nunca he pertenecido, porque si así fuera no lo negaría.
En la sede del Comité Directivo Estatal del PRI en su acceso principal hay un vidrio donde están grabados los nombres de quienes “aportaron” cuotas para construir el inmueble y, resulta que de jefe de departamento para arriba se aplicaron descuentos a sus salarios sin previo aviso, porque se daba por hecho que si desempeñabas un cargo era porque militabas en el PRI, aunque no fuera así, todo para justificar el origen de los recursos.
Mi formación ideológica se dio en la izquierda y la única ocasión que milite en un instituto político fue en el Partido Comunista Mexicano (PCM) en su organización juvenil, al que dejé cuando se convierte en Partido Socialista Unificado de México (PSUM) y desde entonces no volví a participar en un partido político.
Me enteré que mi nombre está grabado en el vidrio de “aportadores” en 2005; quien me lo hizo saber fue el entonces gobernador electo Miguel Ángel Osorio Chong mediante una llamada telefónica “no, que no eres priista” me dijo y explicó que mientras esperaba a unas personas se puso a leer los nombres y al final encontró el mío; le conté la anécdota, en tono de broma me dijo que no pidiera que lo borraran por si alguna vez se ofrecía.
Aclaró que tampoco se pidió mi autorización para inscribir mi nombre y reitero que se puede hurgar en los padrones priistas y nunca encontrarán mi afiliación, ahora que tengo amigos que militan en el tricolor como en otros partidos, donde he conocido de todo en cuatro décadas de reportero y, no estaría mal solicitar que mi nombre sea retirado, aunque a mí, no me afecta, pero por ahí ya aparecieron priistas que lo reprochan.