Jesús Sánchez
Uno.
Ya llegó, ya está aquí El Independiente.
En estos tiempos aciagos para el periodismo mexicano se reconoce y
agradece que sigan construyéndose opciones informativas.
La buena noticia es que a partir de este martes comienza a circular la versión
impresa del periódico El Independiente, bajo la dirección de Carlos Ramírez,
esfuerzo editorial que estará enfocado al periodismo de investigación y
análisis, bajo la premisa de su cabezal, la independencia.
Está usted cordialmente invitado a formar parte de esta travesía periodística.
Dos.
Extra, extra, #JoséRamónLópez7 sigue siendo tendencia.
Desde la perspectiva generacional de un baby-boomer, o chavo-ruco como
usted prefiera, es casi imposible ir por la vida sin tener los trending topic de
las benditas redes sociales, que son los que hoy marcan buena parte de la
agenda política nacional. Es lo de moda, es lo de novedad.
Ayer seguía siendo tendencia el escándalo de la ´Casa gris´ y el hijo que se
negó a seguir la vida humilde de los franciscanos descalzos.
Aunque por este y otros escándalos en Palacio Nacional no los calienta ni el
sol, nadie descarta que alguna productora de contenidos estreaming ya está
pensando en lanzar The gray house, comedia muy parecida a Los Beverly
ricos -por aquello del petróleo- solo les falta encontrar al chico sexy de la
película gacha.
Sorpréndase, este drama no lo tiró ni Putin ni lo hará la consulta popular.
Tres.
La semana pasada una frase acalambró a los fieles seguidores de la 4T: ¡Ya no
puedo más!
Todo mundo recuerda que cuando Jesús Murillo soltó la devastadora frase
“ya me cansé” para referirse a los atribulados días que llevó a ´la verdad
histórica´ de Ayotzinapa (que hasta ahora sigue siendo la misma), se lo
acabaron.
Vea, la decisión de retirarse de la política terminando su gestión y refugiarse
en su humilde rancho, no es nueva, lo único cierto es que ya no estará para
jalar la carreta de la 4T. Nada es para siempre.
La verdad es que no se sabe de dónde sacó eso de que podría irse antes,
porque fue electo para seis años. Tampoco tiene mucho sentido que se pida
una consulta sobre la revocación de mandato y la campaña de los mismos
que la promovieron sea “que se quede”.
Lo más extraño es la actitud de quienes ven moros con tranchete y aseguran
que “nunca ningún presidente ha tenido tanto pueblo ni tanto ejército como
el actual”. Confiamos en la madurez de las fuerzas armadas para que no
escuchen el canto de las sirenas de la 4T.
Cuatro.
Arqueólogos de la política se dieron a la tarea de buscar la fuente de
inspiración del “ya no puedo más”. Descartaron que el tema se inspirara en la
icónica canción de Camilo Sesto, tampoco tiene que ver la versión de Caló y
menos la canción del potrillo, “Más no puedo”.
Cinco.
Los muros de acero de Palacio Nacional.
La muralla de vallas metálicas que rodean a Palacio Nacional son mal
presagio.
Durante muchos años, en la década de los ochentas, mi desempeño como
reportero del sector financiero me permitió recorrer los patios y pasillos de
Palacio Nacional, y mis teclazos los di en la sala de prensa de la Secretaría de
Hacienda, ubicada precisamente en el ala norte del ex Palacio de los Virreyes.
Y no había vallas.
Junto a las oficinas de Presidencia despachaban las áreas de las secretarías de
Hacienda y Programación y Presupuesto en la atmósfera de estos edificios
llenos de historia y fantasmas.
En aquellos tiempos el lugar de reunión más socorrido era El Nivel, en las
calles de Seminario y Moneda, la cantina numero 1 en México, hoy Museo de
la UNAM y a un costado, un negocio de tortas y jugos donde pedía
sincronizadas de jamón con queso cubiertos de una salsa roja espléndida.
Desde este local uno podía ver las ventanas que fueron la modesta
habitación palaciega de Benito Juárez.
No olvidemos que Palacio Nacional albergó el recinto de la Cámara de
Diputados y que quedó reducido a cenizas tras un incendio en 1872. Y no
había vallas. Las vallas se instalaron con Peña.
Palacio Nacional hoy es un museo, no ha dejado de serlo. Y en muchas
décadas no se veía un despliegue de seguridad que lo ha convertido en un
búnker. Ni cuando el atentado en el desfile del 1 de mayo de 1984, en el
gobierno de Miguel de la Madrid se blindó Palacio de esa manera.
Antes la seguridad estaba a cargo de personal de aduanas de la SHCP, hoy del
ejercito.
Seis.
Marcelo Ebrard sigue patinando. Penoso pero los nombramientos de los
nuevos embajadores hace que política diplomática siga siendo de puros
cuates, y vergonzoso que los pleitos con España, Panamá, Austria y Estados
Unidos sean remedo de los discursos de Hugo Chávez.
Pero lo más grave fue la reacción retardada de México para condenar la
invasión rusa a Ucrania. Cómo vería las cosas la embajadora Oksana
Dramarétsca como para exigir una posición más firme de México. Nos vieron
timoratos.
Y así Marcelo quiere ser candidato.
La jefa de gobierno también mandó señales encontradas pues sacó todas las
reservas que tenía de la vacuna Sputnik. Dejó ver el sello trasnochado del ca-
ma-rra-da de los setentas.
Siete.
Ahora sí se justificaría una pausa diplomática pero con Rusia. ¿Qué no?
Ocho.
A Miguel Torruco le falta timing o su brújula política está descompuesta.
Parece que no está enterado de la invasión de Rusia a Ucrania, pues su tema
de conversación es el flujo turístico de los rusos a México.
Vaya, hasta le mandó saludos a @aeroflot, seguramente porque no hay
muchas líneas que quieran aterrizar en el Aeropuerto de Santa Lucia. Por
cierto Delta canceló los códigos con Aeroflot.
Nueve.
La semana pasada lanzaron el billete de Lotería para promover los pueblos
mágicos. La verdad es que después de lo oscuro que quedó el tema de la rifa
del avión presidencial como que nadie se anima a llevarse un cachito.
Columnómetro de Aquiles Baeza.
1.- Lo de Juan Collado, huele a otro escándalo escondido bajo las alfombras
de Palacio.
2.- El Gobierno Nacional Indígena de México, a cargo de Candelaria Lázaro y
la CANIRAC, lanzaron un Diplomado de Gastronomía, Artes y Oficios y un
Encuentro de Cocineras tradicionales, pasos previos a la elaboración de un
inventario del patrimonio culinario de las comunidades indígenas.
3.- Un recuerdo para nuestro amigo Ramón Ojeda Mestre.