Alberto Witvrun .- De auxiliar del oscuro y poderoso personaje Ramón Ramírez Valtierra en el gobierno de Miguel Ángel Osorio Chong del que aprendió el negocio inmobiliario para luego vestirse de ambientalista y ser activo del partido Podemos, hasta debutar como morenista en el 2022, Eduardo Medécigo Rubio, se convirtió en el presidente municipal más descalificado de Hidalgo, aunque hay otros y otras que gobiernan peor.
En Mineral de la Reforma, en estos cinco meses no caminaba bien, pero venía librando los problemas, hasta que las fallas aparecieron en cascada tras el Caso Azoyatla, que lo mostró insensible socialmente y nada empático ante una tragedia.
Lo que pocos saben es que, si bien es responsable de lo que suceda en el ayuntamiento, las polémicas posiciones y controversiales mensajes, tienen su origen en la mano del muerto, no en la de dos ases y dos ochos negros que tenía el héroe del Viejo Oeste Will Bill o James Butler Hickok al ser asesinado por Jack McCall cuando jugaba póker en 1876.
Si en la de Alejandro Olvera Mota a quien le dicen el Muerto desde sus épocas estudiantiles y que opera como “materia gris» de Medécigo Rubio, y que no es otro que quien traicionó el movimiento quiso arrebatarle en 2003 la Federación de Estudiantes Universitarios de Hidalgo (FEUH) al Clan Sosa Castelán.
El Muerto que negocio con Gerardo Sosa Castelán a espaldas de Alejandro Rosas García, Leodegario Hernández Cortez, para obtener beneficios sirviendo fielmente por años junto con Roxana Montealegre al clan que domina a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) desde 1982.
Su mano fue la misma que logró en 2017 el acercamiento entre su jefe Gerardo Sosa y la dirigencia nacional morenista de Yeidckol Polevnsky y Gabriel García Hernández para tratar de arrebatarle la candidatura al Senado de la República a Julio Menchaca Salazar a cambio de «Lana y estructura».
El mismo Muerto, expulsado de Morena por obstruir el registro de candidaturas a presidentes municipales en 2020, a cuya mano le atribuyen la lapidaria frase que Lalo Medécigo subió a sus redes del gato que quiere ser león, pero la culpa no es del Muerto, sino de quien le da la mano.