Alberto Witvrun.-En las últimas dos encuestas que se conocen públicamente, el diputado federal Cuauhtémoc Ochoa Fernández registra importante crecimiento y quien no aparece es el delegado de la Secretaría del Bienestar, Abraham Mendoza Zenteno, porque lo que se concluye que la moneda de la candidatura al gobierno de Hidalgo de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) sigue en el aire,
con solo dos caras: Reforma o San Lázaro.
Aunque siempre habrá la posibilidad de que alguien en el Zócalo tenga otros datos, entre quienes está la postulación son Julio Menchaca Salazar y Cuauhtémoc Ochoa Fernández, tras la agitación de aguas que generó el registro de intención como candidato independiente de Francisco Xavier Berganza Escorza, que está puesto para hacerle la maldad a cualquiera de ellos, que ocupe el lugar que asegura debió ser para él.
Dado el ambiente y las señales de principio de acuerdo de unidad en la esquina contraria que han enviado Carolina Viggiano Austria e Israel Félix Soto, en Morena no pueden sin un sisma letal sacar a un “caballo negro”, solo hay que esperar de qué lado cae la moneda, mientras avanzan los tiempos formales del proceso constitucional que inicio como lo marca la legislación vigente el 15 de diciembre.
Si respetan las encuestas Abraham Mendoza Zenteno no tiene posibilidades porque Julio Menchaca y Cuauhtémoc Ochoa, le aventajan por mucho, su única apuesta sería que la voluntad presidencial, recuerde los tiempos en el Partido de la Revolución Democrática (PRD); el problema es que los candidatos deben aportar votos, no bastan con los qué de la marca Morena, porque es claro que no con cualquier candidato se gana.
El resultado de la encuesta interna, se asegura se conocerá antes de que concluya el año, lo que sería en los siguientes 10 días, lo que daría paso a un proceso de recomposición y reconciliación interna, lo que es urgente ante el desaseado proceso de selección de candidato, que dejó muchos heridos.