Alberto Witvrun.- La captura del presunto autor del homicidio del operador de transporte colectivo y el
regreso del servicio de transporte por las 800 unidades concesionadas regresa a Tizayuca
a una media normalidad porque la inseguridad no desaparece por decreto y menos al ser
retirado el personal de la policía estatal y no estar desarticulada el grupo o célula delictiva
que amenazó con atentar contra la vida de choferes y pasaje si no les pagaban una
“renta”.
Menos cuando concesionarios y operadores decidieron volver a prestar el servicio de
transporte amenazados por la Secretaría de Movilidad y Transporte (Semot) de hacerlo o
de lo contario les cancelarían los permisos sin que haya garantías de una estrategia de
seguridad que les garantice su integridad y la del pasaje, porque aseguran que una sólo
detención no cancela la amenaza.
También porque salió a relucir la pugna entre la presidenta municipal Susana Araceli
Ángeles Quezada con el secretario de Seguridad Salvador Cruz Neri a quien le ha
rechazado dos propuestas para hacerse cargo de la corporación municipal como lo
establece el acuerdo de Mando Coordinado lo que se refleja en la inseguridad que priva
en el municipio, la que se ha incrementado en los últimos dos años.
Además la falta de empatía de la secretaria de Movilidad y Transporte Lyzbeth Robles
Gutiérrez, que ante la solicitud de apoyo de los transportistas les dijo que la amenaza de
extorsión no era de su competencia y luego los amenazó con cancelarles la concesión si no
prestaban el servicio y reforzó su advertencia enviando unidades de los empresarios
Francisco Hidalgo y Javier Ancona bajo el argumento de ser medida emergente.
Lo que incluso genero desacuerdos con el director de Transporte Convencional el ex
diputado local Víctor Osmid Guerrero Trejo, porque intento solidarizarse con los
transportistas y gestionar mayor seguridad para los operadores que buscaron el apoyo de
su gremio a nivel estatal para efectuar un paro simbólico a nivel estatal de una hora para
exigir seguridad y no afectar a los usuarios del transporte en nel resto de la entidad.
La media normalidad tampoco acaba con el temor de comerciantes y empresarios quienes
públicamente no se han manifestado pero viven en la incertidumbre y zozobra, porque la
amenaza al transporte se traslade a sus sectores y ya se ponen de acuerdo para solicitar al
gobierno se aplique en tierra la estrategia interestatal de seguridad que se acordó en
reunión pública en febrero pasado.
