Por Rogelio Hernández López
Regresaron los sollozos en la joven reportera premiada Gloria Piña cuando al final de su agradecimiento
recalcó que los periodistas si importan y le respaldaron aplausos frenéticos y prolongados de un auditorio
puesto de pie. El momento cimbraba, era como catarsis de orgullos, dolor, coraje y recriminación por
tantos colegas asesinados en México en tan poco tiempo.
Ella fue quien obtuvo el premio principal y la oradora final de la ceremonia de entrega de reconocimientos
para periodismo de investigación sobre derechos humanos en honor de Miroslava Breach y Javier Valdez
asesinados en Chihuahua y Sinaloa en 2017. En el atril le acompañó el videoreportero Marco Gutiérrez,
ambos de la plantilla profesional del portal digital EME EQUIS.
La fuerza del premio
En México no hay un certamen con tanto respaldo para las buenas prácticas periodísticas. Poco a poco ha
ido adquiriendo fuerza. Y se notó en las instalaciones del Museo Franz Mayer con la asistencia de sus
promotores.
Estuvieron representantes en el país de cuatro agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU):
de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ONU-DH); de la Oficina contra la
Droga y el Delito (UNODC); de la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO);
del Centro de Información (CINU).
También quienes respaldan con apoyos adicionales: Francia y Suiza por eso estuvieron allí sus
embajadores; las representaciones del Programa Prensa y Democracia (PRENDE), el Área de Periodismo
del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana, el director en México de Agencia
de Noticias France Presse (AFP) y de Reporteros Sin Fronteras (RSF). Recientemente, para la cuarta
edición del premio se unió la embajada de la Unión Europea.
El jurado, que cambia cada año, garantiza seriedad y rigor para calificar los trabajos. El periodista Darío
Fritz, como representante del jurado, informó allí que no hubo unanimidad, pero si consenso para elegir 65
trabajos elegibles, que diez de ellos fueron nominados por su alta calidad y para premiar a los dos mejor
logrados. El resto del jurado lo integraron Mariclaire Acosta, María Idalia Gómez, Edison Lanza, Sara
Lovera López, Blanche Petrich Moreno, José Reveles, Simona Raquel Santiago Maganda, Kau Sirenio
Poquinto, Samir Tounsi y Griselda Inés Triana López (viuda de Javier Valdez).
Y otra vez resaltan mujeres
En los informes de trabajos y la entrega de constancias en el escenario fue creciendo la sorpresa de ver que
quienes habían ganado fueron mujeres, en su mayoría jóvenes y que laboran en medios de prensa
digitales. Esto como una llamada de atención adicional a las empresas convencionales de periodismo que
dedican pocos recursos y atención al periodismo bien logrado.
Aquí lograron menciones honoríficas dos trabajos: Gloria Muñoz Ramírez por el trabajo “Samir sin
reversa”; Ginnette Riquelme y María Verza por el trabajo “Supervivientes de ataque con ácido en México
unen fuerzas”.
El segundo lugar lo consiguieron Wendy Selene Pérez y Paula Mónaco Felipe por la investigación “Mirar
nuestra muerte, mujer périto en México”.
Y el primer premio para Gloria Piña, quien trabaja en EMEEQUIS pero que fue difundido por una alianza
con la revista y agencia de Proceso, los sitios digitales Animal Político, La Lista, Ruido en la Red
apoyados por CONNECTAS y el International Center for Journalists (ICFJ), dentro del programa
Iniciativa para el Periodismo de Investigación de las Américas.
El dolor del recuento
Cada uno de los oradores, funcionarios de la ONU, embajadores, organizadores de la ceremonia y las
mujeres reconocidas por la calidad de sus trabajos recriminaron que no cesan el maltrato, las agresiones y
asesinatos de periodistas en México.
Lo hizo Peter Grohmann, coordinador residente de la ONU en México. Refirió el total doloroso de los
once crímenes tan solo en 2022. “la lucha contra la impunidad y la injusticia es de las prioridades del país
y difícilmente podrá ganarse si los periodistas continúan siendo blanco de violencia y ejerciendo su labor
en condiciones de empleo precarias y de riesgo”.
Insistió Guillermo Fernández-Maldonado, representante de la ONU-DH, en que los gobernantes de
México adopten medidas para garantizar que los periodistas puedan realizar su trabajo “con plena libertad
y seguridad.”
Y los reclamos más emotivos fueron de mujeres.
Paula Mónaco Felipe (una de las dos premiadas por el segundo mejor trabajo) se dolió porque “nos faltan
cada día” al menos 36 colegas asesinados desde diciembre de 2018 a la fecha. Luego, pausadamente
menciono cada uno de sus nombres ante un gran silencio y atención del auditorio.
Griselda Triana poco antes de entregar el premio al primer lugar. “cómo nunca –dijo—se tiene que
reconocer la labor de los periodistas porque los tiempos son aciagos”.
Y la reportera de 27 años Gloria Piña antes de recibir la constancia del primer premio, no pudo evitar que
se le quebrantara la voz con sollozos al sintetizar el ambiente recriminante:
— “cuántos y qué sentimientos hay aquí”, luego más ecuánime demandó reivindicar el valor como
personas y no como estadísticas de los 11 asesinados en 2022, los 36 durante este sexenio, el dolor de sus
familias de los maltratados, agredidos y asesinados, la precariedad creciente en que trabajan miles en los
estados, el “insistente descredito que provoca el Presidente”.
Y al final el tono de voz de Gloria nuevamente se quebró con sollozos al lanzar un reproche a quien
escuche afuera. “los periodistas si importan”.
Un sonoro aplauso selló esa recriminación final en la entrega, por cuarta ocasión, de este prestigiante
premio. Es mirada de reportero.