Alberto Witvrun.- Si la lógica política tiene aplicación en el conflicto causado por los desplantes de la
presidenta municipal de Tepeapulco, Ortega López, fiel al estilo del Clan Sosa, es posible
que este grupo incrustado en Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) pierda la
posición en una zona donde históricamente desplegaron su poder en diferentes espacios
desde hace más de tres décadas teniendo como cuartel la preparatoria Salvador Allende.
En el Partido Revolucionario Institucional (PRI) eran factor por sus fechorías: en
septiembre de 1988 un comando de cien preparatorianos coordinados por Rafael Lobatón
y Sandro Cruz Cervantes miembros del clan, el primero jefe policíaco en Tulancingo
“recuperaron” maquinaria con un valor de 30 millones de pesos confiscada por
incumplimiento de obra a una empresa por el ayuntamiento de Tlanalapa.
Los porros golpearon al alcalde Marcos Lazcano Ramírez y a un par de policías; luego
abordaron tres camionetas y dos autobuses para regresar a las preparatorias Salvador
Allende y Número 2 de Tulancingo; así eran, así son las huestes de Gerardo Sosa Castelán
que no se detienen ante nada y utilizan lo que está a su alcance para imponerse, porque
no hay más ley que su voluntad.
Con esos principios actúa Marisol Ortega, quien aplasta a sus oponentes, primero fue el
síndico procurador, luego el grupo Miranda, agredidos en el informe de la alcaldesa y en
sesión de cabildo, además quedó al descubierto la irregular asignación de obras y la
compra a sobreprecio del terreno para el banco Bienestar.
Lo más reciente de Ortega López fue el fulminante despido de su secretario municipal
Feliciano Gutiérrez, hijo del ex Zar del Transporte quien cruzó ofensas y golpes con el
esposo de la alcaldesa Fernando Villalobos; hay quien ve en esto un montaje para
deshacerse de él y eliminarle competidores a su hermana Nancy, a la que impulsa para su
sucesora.
Pero esto agrava la crisis política en el ayuntamiento mientras crece la resistencia al Clan
Sosa, dentro y fuera de Morena en tanto la ciudadanía muestra cada vez más descontento
con el gobierno municipal.
