Alberto Witvrun.-A mediados de la década de los noventa la Compañía Real del Monte y Pachuca (CRMyP) entregó al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) los terrenos donde por décadas funcionaron los Talleres Maestranza, que fabricaban piezas para la industria minera, así que por años se veían cruzar góndolas con plomo y azufre que ingresaban a esa vieja nave, la que podía verse por las grietas de los portones que daban a lo que ahora es la colonia Rojo Gómez.
El consejo de administración de Infonavit durante la gestión de Luis de Pablo Serna, determinó luego de varios estudios que las aproximadamente seis hectáreas no eran adecuadas para la construcción de viviendas porque su subsuelo contiene altas cantidades de metales pesados como plomo y azufre, lo que no afecta al complejo habitacional desarrollado durante el auge minero a un lado de los talleres.
Así que esos terrenos, pararon en manos del gobierno del estado, durante la administración de Manuel Ángel Núñez Soto, no se sabe con precisión si los adquirió o fueron donados por Infonavit, pero finalmente ya para el 2005 fueron comprados por una empresa inmobiliaria en la que se trascendió eran socios el empresario de la industria textil Moisés Cherem y el ex funcionario de Infonavit Carlos Noriega, hubo quien relacionó en esta operación al entonces gobernador Manuel Ángel Núñez Soto.
A 15 años de distancia la firma Maestranza Immobiliare, ha iniciado la limpieza de los terrenos, lo que llamó la atención del profesor Bonfilio Salazar Mendoza presidente del Comité para la Conservación del Centro Histórico de Pachuca, en una entrevista en El Sol de Hidalgo, menciona que las construcciones ubicadas en ese lugar están en el catálogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y considera que debe preservarse.
Pero más allá de que la preocupación del profesor Bonfilio Salazar es el rubro histórico y la ruta que siguió esta propiedad, solo se tendría que hurgar un poco en los archivos del Infonavit para corroborar que esta superficie de alrededor de 60 mil metros cuadrados, no es apta para un desarrollo inmobiliario, a menos que este argumento haya sido un pretexto para reducir su valor, lo que tendrían que probar nuevos estudios, por lo pronto los Talleres Maestranza, tienen aparte de la minera una historia reciente.