Alberto Witvrun.-La historia electoral reciente de Hidalgo dejó en evidencia a la subclase política de vividores electorales que le han causado severo daño a los partidos principalmente al Revolucionario Institucional (PRI) y será un tema que todos tendrán que revisar para no confiarse en aquellos que dicen llevar cientos o miles de votantes a las urnas obteniendo beneficios económicos por ello, pero solo se llenan los bolsillos de dinero.
Un ejemplo de ello es el Movimiento Antorchista que dirige la regidora Guadalupe Orona Urías que aseguraba tener solo en Pachuca más de 10 mil votos en sus alforjas y por años realizó plantones y amenazaba con inundar las calles a sus huestes y como suplente del candidato independiente a presidente municipal el ex presidente estatal priista Ricardo Crespo Arroyo, apenas lograron 8 mil votos en las elecciones de 2020.
Otro ejemplo es la Unión de Trabajadores Agrícola (UNTA) que dirige Martha López Ríos quien solo logró darle al Partido de la Revolución Democrática (PRD) menos de mil 500 votos en las elecciones para diputados, cuando presumen miles de afiliados y, no se diga de algunos vividores que con un membrete organizan un par de eventos piden dinero para la compra de votos o para movilizar a sus afiliados, lo que nunca se refleja en las urnas.
Hay otras formas de simulación, la de viejos políticos que ya no tienen presencia, pero se presentan como si mantuvieran la fuerza de antaño o bien los presidentes municipales que dicen apoyar, pero esperan hasta el final para operar a favor de quien creen que puede ganar para garantizar su supervivencia si llega a ganar el o la candidata de sus respectivos partidos.
En esta clasificación se incluye a los autonombrados jefes morales de los partidos políticos como sucede en Acción Nacional (PAN) donde Asael Hernández Cerón presume el apoyo a la candidata de Va por Hidalgo, cuando el panismo de a pie, el marginado por el control burocrático que tiene del partido, es el que ya le ofrece mayor apoyo y puede darle mejores resultados al proyecto. También se cuecen habas en Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) donde la simulación principal se da por el Clan Universitario de Gerardo Sosa Castelán que ya enamora al delegado César Cravioto Moreno utilizando instalaciones de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) ofreciendo como lo hizo en diciembre de 2017 “lana y estructura” a cambio de un combo de candidatos que solo sirven a sus intereses y esta no será la excepción.