Alberto Witvrun.- La denuncia de la ex presidenta municipal de León, Guanajuato Barbara Botello sobre un
irregular préstamo del gobierno de Guanajuato por 230 millones de pesos al Grupo
Pachuca, para adquirir el estadio Nou Camp donde juegan los Panzas Verdes a su anterior
propietario Roberto Zermeño Vargas que ha mantenido litigios por la propiedad del
inmueble con el ayuntamiento y otros particulares entre ellos el argentino Carlos
Ahumada, revive la historia de cómo se consolidó el Imperio Tuzo.
El estadio donde juega el León construido en 1961 tiene una larga historia de disputas,
mientras que la franquicia ha cambiado a media docena de diferentes propietarios, hasta
que en 2008 la adquirieron Jacobo y Abraham Batarse, que le invirtieron millonarias
cantidades, pero los resultados no llegaron y decidieron venderlo al Grupo Pachuca en
2010 por 81 millones de pesos y es nombrado presidente Jesús Martínez Murguía.
Con el camino andado en Hidalgo, donde el gobierno estatal en tres administraciones
priista; Jesús Murillo Karam les “vendió” la franquicia del Pachuca de segunda división en
5 millones de pesos; les dio en comodato el estadio Miguel Hidalgo, pagaba instructores
de la escuela de fútbol donde y el Grupo Pachuca cobraba derecho de formación.
Manuel Ángel Núñez Soto les donó 12 hectáreas para la Universidad de Fútbol y se
apoderaron de otras dos, con el pretexto de hacerle un homenaje a Pelé y, otras cinco
para el Centro de Convenciones Tuzo Fórum y el hotel Camino Real, mientras Miguel
Ángel Osorio Chong les cedió el edificio del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) el que
convirtieron en Mundo Futbol, en suma, construyeron un imperio a la sombra y
protección de los gobiernos priistas.
La estrategia es similar su principal oferta a los gobiernos es el fútbol como
posicionamiento político e imán para el turismo, diversificando su actividad empresarial al
ramo educativo, medicina deportiva y la restaurantera, que le da al Imperio Tuzo (léase
Grupo Pachuca) impresionante poder económico que les ha permitido extenderse a
España y Argentina.
Por eso no sorprende que el gobierno panista de Guanajuato les haya prestado por
comprar el estadio Nou Camp y dentro de poco les entregue en forma de donación o
comodato instalaciones y predios para que sigan expandiendo su negocio gracias a los
gobiernos estatales, mientras ellos venden jugadores, su principal producto en millones de
Euros y Dólares.
