Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- Los lodos extraídos del río Tula, depositados a cielo abierto en las inmediaciones del Club de Leones por las obras del Plan Hídrico para evitar inundaciones, implican riesgo para la salud pública, puesto que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) los sigue vertiendo sin ningún tratamiento en zona urbana.
Denunciaron vecinos quienes dijeron que el personal de Conagua y la constructora que lleva los trabajos de ese segmento, han tirado residuos en la zona, de los cuales emanan olores putrefactos y químicos “bastante fuertes”.
Respecto al tema, damnificados de la inundación de septiembre de 2021 reclamaron que la dependencia federal nunca se dignó a entregar un estudio donde se garantizara que los fangos no tenían residuos industriales peligrosos y no implicaban ningún riesgo para la salud pública.
Dijeron que, lamentablemente, los padecimientos de salud por la sobreexposición a lodos que contienen materiales peligrosos no se verán inmediatamente, para poder reclamarlos a la Conagua y a la empresa responsable de la obra, pero previeron que a mediano y largo plazo se verán múltiples casos de cáncer en el área, los cuales, incluso, pueden ser extensivos a los peatones que atraviesan por la vía detrás del Club de Leones, quienes respiran todo el material residual.
Uno de los quejosos, identificado por las iniciales M.R.M. quien pidió reservar su identidad, dijo que, aunque la Comisión diga que los lodos no implican riesgos, basta comprobar lo contrario con las reacciones físicas adversas que tuvieron integrantes de la Red de Consciencia Ambiental Queremos Vivir, durante un recorrido que efectuaron hace meses por los puntos donde la Conagua había depositado fangos.
“Los ambientalistas tuvieron reacciones casi inmediatas en la piel, en los ojos, vías respiratorias, además que varios se enfermaron del estómago”, finalizaron.