El dominio de las Tuzas del Pachuca en su debut internacional ya dejó algo más que una goleada. A unas horas de su primer triunfo en la Copa de Campeones de la Concacaf W, el conjunto hidalguense ha dejado claro que no solo tiene plantel, también tiene una estrategia sólida para afrontar el torneo: rotación efectiva, goles distribuidos y claridad en el objetivo.
Óscar Torres, técnico del equipo, ha apostado por administrar los minutos de su plantel, sin perder el control del juego. El descanso de referentes como Kenti Robles, Karla Nieto y la salida temprana de Charlyn Corral no solo fue precaución, fue planificación. Y funcionó: el 6-0 sobre Chorrillo FC no dejó dudas de la profundidad que tiene el equipo.
La capacidad de respuesta fue inmediata. Goles de Nina Norshie, Paola Monroy y Chinwendu Ihezuo confirmaron que este Pachuca no depende de una sola figura. La goleadora histórica, Charlyn Corral, no marcó, pero el equipo sí respondió.
Para Torres, la clave será mantener ese equilibrio: “plantel no son 11 ni 15, somos 25”. Esa mentalidad puede marcar diferencia en un torneo que exige más que talento: exige fondo físico, mental y colectivo.
Con el liderato del grupo en la bolsa, las Tuzas se preparan para sus próximos compromisos con una consigna clara: mantener el ritmo, rotar con inteligencia y no perdonar al frente. Porque en este torneo, cada gol y cada decisión pesan.