Andrés A. Solis*
Ante todo hay que recordar. El evento matutino que Andrés Manuel López
Obrador ha encabezado desde que fue declarado ganar de la contienda electoral
en 2018, no es una conferencia de prensa ni mucho menos un ejercicio de
transparencia y rendición de cuentas.
Los eventos mañaneros son un acto de propaganda en donde el presidente sólo le
habla a su audiencia cautiva, no explica ni responde a nada, sólo se responde a sí
mismo.
Desde que asumió la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia
Sheinbaum Pardo también empezó a tener una cita matutina con periodistas. Eran
entre las 10 y las 11 de la mañana para no quitarle reflectores y público a su
padrino político.
La diferencia entre López Obrador y Sheinbaum Pardo es que ella sí ofrecía una
conferencia de medios, atendiendo preguntas de periodistas profesionales y
respondiendo a cada cuestionamiento.
Claro, no faltaban las evasivas y las respuestas incompletas y donde privilegiaba
la postura política repitiendo las frases domingueras del presidente.
Claro que no faltaba la presencia de aplaudidores oficiales como los que se
apersonan en el Salón Tesorería de Palacio Nacional.
Al menos eran conferencias de prensa, no monólogos.
Esta semana, la ahora virtual presidenta electa de México ha reiniciado sus
encuentros con periodistas; con quienes la acompañaron durante su campaña y
aquellos y aquellas colegas que ahora se perfilan para cubrir la fuente
presidencial.
Sheinbaum sigue esperando a que el aún presidente termine su evento de cada
mañana para iniciar su encuentro con la prensa en el que por ahora, recurre a
transmisiones vía streaming a través de plataformas digitales como YouTube y
Facebook.
Hace falta que informe de dónde sale el dinero para estas transmisiones, ahora
que no es funcionaria pública ni cuenta con recursos de campaña, pero ese será
otro tema.
Lo que hace ahora Sheinbaum es ir explicando su día a día, lo que va haciendo en
este proceso de transición de cara al cambio de poderes dentro de poco más de
tres meses.
Y esa será la pregunta. ¿Qué hará Claudia Sheinbaum cuando tome posesión el 1
de octubre próximo?, ¿hará conferencias de prensa a partir del miércoles 2 de
octubre?
¿Sentirá la tentación de hacer un circo mañanero como lo ha hecho el presidente
o continuará atendiendo a los cuestionamientos de la prensa?
A Claudia Sheinbaum no le agradan los medios, no le gusta que la critiquen, lo ha
demostrado varias veces, pero su relación ha sido mejor que la que ha tenido su
padrino, por eso será interesante ver cómo será esta relación una vez que ocupe
el cargo más importante del país.
*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de
buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Conduce el
programa “Periodismo Hoy” que se transmite los martes a las 13:05 hrs., por
Radio Educación.