Manuel Castellanos. Tula de Allende.- Los recursos destinados por el gobierno federal son insuficientes para atender las necesidades de los damnificados con las inundaciones por el desbordamiento de los ríos Tula y Rosas, sostuvo el presidente municipal Manuel Hernández Badillo, quien dijo será largo el proceso para regresara la normalidad después de estos siniestros.
Los dos mil millones de pesos anunciados por el presidente para resolver la problemática consideran en su opinión las medidas urgentes, pero no restablecen los daños materiales e incluso psicológicos y reconoció que existe malestar entre la población porque el apoyo económico de 10 mil pesos no representa ni el 10 por ciento de las pérdidas de muebles y electrodomésticos.
Reprobó que los apoyos por parte de la Secretaría de Bienestar se hayan entregado 24 horas antes de la visita presidencial, sin previo aviso a la autoridad local, lo que se hizo sin orden y haciendo a un lado a los gobiernos estatal y municipal, porque se estaba incumpliendo el compromiso de entregar 35 mil pesos a los afectados, cuando se levantó el censo y se les entregó un folio.
Estamos, dijo con el firme propósito de darle seguimiento y realizar las gestiones necesarias para que esta tragedia no se vuelva a repetir y esperemos la evaluación que se hará en febrero de 2022 en que el presidente Andrés Manuel López Obrador regrese a Tula para evaluar las acciones acordadas para evitar inundaciones y la construcción de la nueva clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El ayuntamiento ahora tiene que realizar no sólo gestiones y cumplir con sus compromisos de proporcionar buenos servicios y contribuir a la seguridad y a la infraestructura básica, tras las inundaciones se debe realizar una tarea de integración social como parte de una estrategia integral para superar el impacto negativo que dejó en la sociedad tulense las inundaciones.
No hay más que trabajar para también contrarrestar acciones de aquellos que lejos de contribuir a la unidad por intereses políticos quieren y buscan la división y la polarización de la sociedad, lo que en estos momentos es una actitud mezquina, porque se ha querido aprovechar la tragedia para criticar sin fundamento, situación que se ha evitado con un mayor contacto con la población.